Ya desde que Go Away empieza a girar queda clara que dos figuras claras son clara influencia de Maka, el alma mater de este Virginia´s Wolf, y es que el espíritu de Sharleen Spiteri y el de Chrissie Hynde sobrevuela en todo momento este disco que el pasado 15 de septiembre vio la luz.
Pero que nadie se engañe, y si bien a lo largo de los diez temas que lo componen quedan claras las influencias y las fuentes de las que ha bebido Virginia´s Wolf, en esta sencilla propuesta que se intenta colar por la puerta de atrás nos acabamos encontrar una autentica delicia que casi hipnóticamente, sin que uno acabe de darse cuenta, la sencillez de la propuesta acaba inundando todos los poros de la piel, para acabar convirtiéndose en uno de esos discos que sin saber muy bien porque acaba una y otra vez acaba girando tu equipo, y al que Maka consigue dotar de su propia personalidad.
La cálida voz de Maka como si de una fina lluvia de otoño se tratase va abriéndose camino y uno tras otro van cayendo los 10 temas del disco, del que destacan con personalidad propia «Oughta be, Between», encargadas de dar paso a las deliciosas «Safe and Sound» y» Lord (Whar do I Have to do)», donde en esta última Maka da un paso adelante y, sin abandonar las tranquilas sendas por las que transcurre su música, hace una muestra de su versatilidad vocal. Y si bien lo vivido hasta el momento ha sido una delicia, lo mejor todavía está por llegar y es que con «Couldn´t Find» el disco consigue su momento culminante, y es en ese momento donde el espíritu anteriormente citado se hace más visible y se despliega ante nosotros con todo su esplendor.
La más que pegadiza «Miss You», culpable de que te pases un buen rato tatareando ese uhh, uhh, junto a «Baby» y» Manipulated», donde de nuevo Maka nos recuerda que su calidez vocal cuenta con algún que otro recurso guardado en la recámara, son las encargadas de poner fin a ese tranquilo viaje de apenas cuarenta minutos encargados de darnos a conocer este nuevo proyecto de Virginia´s Wolf, el áter ego de Maka. Un proyecto que, tal como ya hemos comentado en anteriores ocasiones, de no venir manufacturado en estas tierras y venir del otro lado del océano, seguramente tendría el reconocimiento del que es merecedor.
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