A veces es imposible plasmar en palabras lo vivido. Sé que va a ser una tarea inútil pero lo voy a intentar. No todos los días tiene uno la oportunidad de ver a 2 bandas que son auténticas fieras pardas sobre el escenario. Aún menos si es en una sala de tamaño y aforo ideal.
Abrieron fuego los valencianos Deaf Devils, un grupo muy joven que se desenvuelve sobre el escenario de manera prodigiosa. Por su edad no han vivido los 70, ni los 80, ni siquiera los 90, pero por sus venas corre rock n’ roll. Así de claro. Tal es su entrega y su sentido del espectáculo que puedo asegurar que pocos grupos nacionales les pueden hacer sombra. Muchos tendrán más tablas pero muy pocos tienen su hambre. Verlos en directo vestidos de drugos es toda una experiencia: riffs pegadizos, bases poderosas y una cantante a la que el escenario se le queda pequeño a la segunda canción. Pronto Lucyfer decide bajarse del escenario y adentrarse entre el público. Acabó por el suelo contorsionándose y todavía no estábamos más que en el segundo cañonazo de su repertorio.
Deaf devils no tienen disco publicado todavía, sí tienen unos cuantos singles que nos fueron descubriendo durante su actuación. Debo destacar las brutales Lucyfer, Boom o la versión de New race de los australianos Radio Birdman (en la que subió al escenario Chris Penney) para acabar con un potente cover de (You Gotta) Fight for Your Right (To Party!) de The Beatie boys con Lucyfer cantando sobre la barra de la sala Z (incluso probó el grifo de cerveza) y el grupo instalado entre el respetable. Hubo cierto descontrol, sin duda, pero nada comparable con lo que estaba por llegar.
Cualquier grupo tendría un problema si tuviera que salir a escena tras Deaf Devils, cualquiera menos Private Function. Esta gamberra banda de pirados australianos dio toda una lección de saber estar sobre un escenario a base de esa norma no escrita que todo artista debería tener a fuego grabada en su mente: NO ABURRAS. Su punk irreverente y divertido a partes iguales contagió de energía al público. Private Function sonaron poderosos y compactos. Cada miembro del grupo cumplió su función, tanto Anthony Biancofiorea como Lauren Hester sacaron chispas a sus guitarras, pero debo destacar el trabajo de esa estrella del underground que es Milla Holland (impagable esa bandera de Palestina adornando su bajo o verla golpear el suelo con unas cadenas). ¿Qué decir de la manera de darlo todo de Chris Penney en cada canción? Pues que el escenario se le quedó pequeño y tanto la barra del bar como los bafles sirvieron de base para sus saltos y sus enérgicas evoluciones escénicas. Private Function repasaron lo más salvaje de su discografía, I Dunno what I’m doing anymore, Passion pop. Tampoco faltaron sus breves pero intensos temas four letter words: Fuck, Dog, Cunt, Butt, Bum, Shit y nos regalaron alguna divertida versión como el SOS de ABBA (la banda más satánica de la historia, según ellos ¿?).
Por momentos la cosa se descontroló y casi temimos el desastre con el grupo resbalando por los líquidos desparramados por el suelo del escenario y los pogos salvajes entre el público, pero la sangre no llegó al río y la diversión no perdió fuelle. A pesar de las apariencias, Private Function son unos profesionales como la copa de un pino y ofrecieron un concierto de lo más enérgico y pasional. Lo punk no quita lo profesional. Como debe ser. Para ir cerrando, no sé si Private Function son la mejor banda sobre un escenario que hay actualmente pero sí son una de las más divertidas. No te los pierdas.
Deaf devils:
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