No hay mejor manera de despedir las fiestas navideñas que con una sesión/lección de Rock’N’Roll en toda regla, en la sala 16 Toneladas de la Ciudad del Turia, como la que siempre dan año tras año THE BACKSEATS, toda una ‘all star band’ valenciana reunida para celebrar la música del Diablo en todas sus vertientes. Muchos son los que siguen a esta banda tributo desde hace años, pero como es la primera vez que se pasan por esta casa, es de ley informar que sus miembros van cambiando de vez en cuando con los años. La formación actual tiene entre sus filas a MONTY PEIRÓ (Sweet Little Sister), única miembra originaria junto al ‘aporreador’ máximo, Joan Chilet (aka ‘Johnny Cochambre’ en Gigatrón, también integrante de Toxia y Sweet Metal Band), así como también por el ‘hacha’ David G. Álvarez (Angelus Apatrida), el guitarra Charly Rodríguez (El Regreso, Gran Quivira), los privilegiados vocales de Jose Broseta (Opera Magna) y las cuatro cuerdas de Vicent López (Toxia). IM-PRE-SIO-NAN-TE colectivo. Y me quedo corto…
Como ya es tradición al final de las fiestas navideñas, desde hace ya unos cuantos años, The Backseats se juntan en un enérgico y entregado ritual del ROCK en donde el hard se da la mano con el metal, punk, sleazy, heavy, rock alternativo, grunge, etc,… para disfrutar de temas legendarios e inmortales mientras disfrutas de una fría cebada y no paras de saltar y flipar con tus colegas quemando las calorías adquiridas en las comilonas y roscones tradicionales. Paso a relataros lo allí vivido y brutalmente disfrutado…
Después de una acalorada bienvenida por parte del numeroso público asistente (quasi sold out) y las obligadas presentaciones y agradecimientos a través de la frontwoman Peiró, todo comenzó a pedir de boca con el vaciloneo de «Riff Raff» de los hermanos Young para pasar a conquistarnos de pleno y ya para todo el concierto con el inmortal «Fire Woman» de The Cult, temazo que todos coreamos hasta el límite de nuestras cuerdas vocales y que ellos clavaron en todos los sentidos. Compruebo (desgraciadamente por primera vez) que tengo una bandaza enchufadísima y engrasada hasta límites insospechados, Monty y Jose Broseta están espectaculares combinándose fraseos y adecuándose a los timbres de voz que más dominan cuando adoptan su propio protagonismo, técnicamente e instrumentalmente todo suena perfecto, los guitarras comandan el barco a su antojo y la base rítmica… ¡¡¡vaya base rítmica por parte de Vincent L. y Joan Chilet (‘Cochambre’)!!!, la perfecta locomotora para dar empaque y cuerpo a un ‘monstruo’ de mil cabezas.
Más clasicazos que van cayendo caso del celebrado «Eat The Rich», el sorpresón para quien suscribe al detectar el magnífico riff y melodía de «Delivering The Gods» de Judas, el más discreto (entre tanto himno) «Bridge Burning» de Foo Fighters, el siempre efectivo «Panama» de Van Halen conectado a la perfección con el hitazo de Mr. Big, «Daddy, Brother, Little Boy» con una excepcional dupla Peiró/Broseta-Broseta/Peiró, (bufff…). Y fueron todavía a más, pues el «No Class» desató una jodida locura entre las primeras filas y los verdaderos ‘vikingos’ allí presentes se hicieron de notar (ja, ja, ja). Arribó después un trallazo sleazy que siempre me ha vuelto loco y que tenéis registrado y linkado aquí abajo, el «Monkey Business» de Sebastian Bach & Cia. Se me sigue poniendo la piel de gallina cada vez que visiono el comienzo con ese alarido inicial de la Peiró. ¡JODER!. También fue muy coreado y saltado el enérgico y cadencioso «Bulls Of Parade» de RATM. Doy fe. Primera colaboración, sale al escenario Carmen ‘Sorka’ para dar los guitarrazos oportunos en el «Cherry Bomb» de las Runaways, seguido del contraste brutal que supone saltar de los 70’s a los 90’s con el aplastante «A New Level» de Pantera, sentir en nuestras carnes el apisonante «Propaganda» de Sepultura y bajar humos y revoluciones con el siempre festivo y agradecido «I Believed In A Thing Called Love» de The Darkness.
La fiesta continúa con el, para quien suscribe, tema más celebrado de la velada junto con la sorpresa ofrecida al final, ese «2 Minutes to Midnight» de Maiden sonó tan auténtica locura, epatador y brutalísimo como el original. Superior… y para muestra la confesión de Monty al acabar la última nota aludiendo a eso de… ‘joder!, ¡qué puto temazo coño!’. Cualquier tema después de semejante pepinazo de la ‘doncella’ hubiese palidecido… ¡¡¡pero eso no puede pasarle a Coverdale y sus Whitesnake con la vacilada Hard de «Still Of The Night»!!!. Broseta en su jodida salsa. El «No One Knows» de QOTSA no obtuvo tanta respuesta como los anteriores, pero a un servidor le pareció absolutamente mágico (y más con lo enganchado que estoy hoy en día al imaginario de Homme). Encontrándonos en un pequeño bloque ‘alternativo’ llegó el hit de Nirvana con otra perfecta recreación de «Heart Shaped-Box», así como otra sorpresa 90’s con el rescate de «Big In Japan» de los germanos Guano Apes…
Y arriba la ‘grand finale’. Los Backseats tiran de clásicos para cerrar una velada perfecta para la parroquia del Rock’N’Roll, ahí reinaron sin excusas el «I Was Made For Loving You» de Stanley & Simmons y «Perry Mason» de la mejor y más granada época de Ozzy. Nos tenían a sus pies a sabiendas de lo saciados de Rock que nos encontrábamos abajo, ¡pero ahí no iba a acabar la cosa!, todos los integrantes cambiaron sus roles, los invitados al evento se subieron al escenario, incluso algún ‘octogenario’ fan, para marcarse el implacable y eternamente festivo tema de los Beastie Boys, «Figh For Your Right (To Party)» que fue el perfecto broche de Oro para una noche que disfruté prácticamente en su totalidad… y es que, al final del bolo, después de cruzar unas agradecidas palabras tanto con Monty como con David G., me crucé con un par de susceptibles niñatos ‘millenials’ con ganas de joder que deberían dedicarse más a leer libros y no a dejarse llevar por ‘trending topics’ destructivos e hilos haters de ‘X’ (Twitter).
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