Surrender es la autobiografía de Paul David Hewson, más conocido como Bono, el cantante de U2 (por si alguien no se enterado todavía) a través de las 40 canciones más significativas de su carrera. Bono hace repaso en Surrender a sus 60 años de fascinante vida: su infancia en Dublín, el conflicto armado en Irlanda, la repentina muerte de su madre cuando Bono tenía 14 años, la complicada relación con su padre y el camino junto a sus compañeros de U2 hasta los faraónicos conciertos en grandes estadios. Tampoco se puede olvidar de su activismo: su lucha por la condonación de la deuda a los países más pobres o la lucha contra el Sida en África. Bono es un gran cantante, cierto, aunque puede resultar cargante con sus causas humanitarias.


Rock, religión y política se dan la mano es esta brillante autobiografía de un personaje lleno de contradicciones. Surrender hará las delicias de los fans acérrimos de U2, aunque creo que también los no iniciados en su música podrán pasar un rato agradable. El retrato musical de las décadas de los 70, 80 y 90 es apasionante para cualquiera que viviera esas décadas. Hay innumerables anécdotas tanto de los inicios del grupo como su despegue hasta la estratosfera del rock. Bono narra las dudas que precedieron a Achtung baby y admite no pocos errores como que Pop no fue un buen disco. Como fan de la música que siempre ha sido, Bono narra con emoción cuando David Bowie pasó unos días invitado en su casa o su primer encuentro con Quincy Jones. Por cierto, desconocía que The Edge dejó el grupo tras su primera gira y ello estuviera a punto de acabar con U2 justo cuando empezaban a andar. Ahí fue fundamental la mano de Paul McGuinness, su mánager durante 35 años, el quinto U2, el tipo que realmente los convirtió en estrellas.

También tiene un hueco importante Ali, su amor adolescente y esposa desde hace más de 40 años, el otro pilar en la existencia de Bono.

Bono conoció la austeridad en su infancia, pero vive en la opulencia hace décadas, es una estrella del rock que lucha por erradicar el hambre. Ha sido un rebelde, pero se ha codeado con los hombres más poderosos del planeta (Steve Jobs, Bill Clinton, George W. Bush, Bill Gates, George Soros, hasta el Papa). Finalmente, Bono aceptó que el sistema capitalista sólo puede cambiarse desde dentro, aceptando sus normas, o te acabará fagocitando y tu cara acabará en las miles de camiseta de adolescentes que nunca han escuchado tu música.


Cuando Bono se dedicó más al activismo que a la música, sus discos se resintieron y también lo hace el libro. Tanta reunión con dirigentes de la Casa Blanca me resultó menos apasionante que el ascenso al Olimpo de 4 chavales de Dublín.

Bono admite ser un tipo complicado en el trato cuyo ego ha crecido hasta alcanzar el tamaño del sistema solar. Nada fuera de lo común para una estrella del rock, lo que es extraño es que lo admita y agradezca a sus compañeros de banda que le hayan soportado todos estos años. Sumemos otra contradicción más: Bono es un ególatra humilde. 

by: Luis Cifer

by: Luis Cifer

Luis Cifer, nació en la ciudad del cierzo. Se dice que siempre viste negro, que Luis no es su nombre real y que duerme en la calle. Otros dicen que tiene un trabajo, que no bebe alcohol e incluso que es padre de familia, pero no hay nada confirmado. También se le puede encontrar en su blog de cine.

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