Transatlantic, que originalmente se tenían que llamar «Second Nature», cambiaron su nombre tras una sugerencia de Per Nordin, el artista que diseña las portadas de sus discos. Y es un nombre que le va como anillo al dedo, ya que la banda tiene todo lo que se le pide a un súper grupo de rock progresivo. Grandes músicos con excelentes carreras paralelas, maestría, virtuosismo con sus instrumentos, y lo necesario a la hora de componer: ¡buen gusto!
A finales de 2013, la banda se reúne nuevamente para la composición de su cuarto disco, Kaleidoscope. Un trabajo que vuelve a confirmar que este simple proyecto que nació en las puertas del siglo XXI se está convirtiendo en una de las apuesta mejor cotizadas en el panorama del rock progresivo, tanto como ya he dicho por su virtuosismo musical y compositivo.
Su primer disco SMPT:e me dejó completamente alucinado, como fan de progresivo fue para mí una bocanada de aire fresco pero con un maravilloso olor a clásico. Y es que la banda hace honor a sus influencias que van desde la frescura de las canciones de The Beatles a la sinuosa estructura de los Genesis de Peter Gabriel.
Como mandan los decálogos del progresivo, la banda inicia su nuevo trabajo con una composición llamada “Into the Blue” de 25:11 minutos y compuesta de 5 partes. Sólo con un par de escuchas estás completamente atrapado por la magnífica magnitud que demuestra la banda, podría sonar grandilocuente y pomposo… Pero en absoluto. Lo que suena es simplemente majestuoso, sublime.
Le sigue “Shine”, una preciosa balada que fue el primer tema que la banda puso en circulación a través de un vídeo promocional. Tras ese momento de íntimo reposo y sosiego, la banda nos propina con un corte más duro y señorial “Black As The Sky”, 7 minutos de pura orfebrería progresiva, con un sonido de teclado muy Transatlantic que significa que ya tienen su sonido propio.
«Beyond The Sun» son unos pequeños 4 minutos y medio con la voz de Morse que nos invita a un pequeño momento de recogimiento, una composición muy en la línea de otros temas de Neal, apenas acompañado con unos arreglos de piano y una atmósfera que ofrece todo el protagonismo a la voz. Sirve como introducción al siguiente tema que da título al disco: «Kaleidoscope», que lamentablemente en el vinilo no es seguido, siendo divida en «Kaleidoscope Part I» y «II», pero esto no resta majestuosidad a su propuesta. Kaleidoscope tiene un sonido más setentero que su anterior trabajo, y es posible que la influencia de Roine Stolt se haya hecho patente en este trabajo. No olvidarme de Daniel Gildenlöw que hace voces en “Written in Your Heart”, cuarto corte de “Into The Blue”, de Rich Mouser Steel pedal en “Beyond The Sun” y la presencia de Chris Carmichael, un violinista más cercano al mundo del country que aquí nos ofrece algunos pasajes de cello.
En definitiva, este nuevo álbum se compone de cinco cortes, con dos que rondan la media hora de duración, y tres de corta duración. Y es, posiblemente, el mejor de su discografía. Para los que tengáis la versión especial, trae un magnífico regalo: el bonus disc de versiones que incluye las de Yes “And You And I”, King Crimson “Indiscipline”, “Goodbye Yellow Brick Road» de Elton John y otra delicias.
0 comentarios