Una vez se entiende (no es demasiado difícil) que ANDY SHERNOFF tiene TODO el derecho del mundo a utilizar el nombre de THE DICTATORS y tocar todas SUS canciones cuando le venga en gana y con quien él quiera tocarlas, ya que para eso fue él y no MANITOBA o ningún otro quién las compuso y su firma (bien clara en créditos de todos los discos) es la que garantiza derecho para que la honestidad de la nueva formación -junto al también miembro de ley ROSS THE BOSS y al histórico ALBERT BOUCHARD (BLUE ÖYSTER CULT)- no pueda ser tomada a la ligera o ninguneada por cualquier indignado fan que pueda confundir velocidad, tocino y derechos de autonomía intelectual…una vez se entiende que en realidad si hay algún tipo de irregularidad al respecto esta no es otra que ver de forma paralela al ausente MANITOBA actuar por su cuenta con un grupo de músicos ajenos por completo a la historia de la banda y a su inmenso legado discográfico cantando esas mismas canciones sin haber compuesto ni una sola nota de las mismas…una vez se entiende eso, porque repito, no creo que sea nada complicado llegar a entenderlo…todo funciona con plena identidad para que el concierto de estos nuevos DICTADORES resulte de entrañas y nervio, un pedazo de historia del Rock duro americano que muchos confunden con Punk y que celebra nuevamente sus himnos de acción con independencia de que sus intérpretes, ya maduros, algo cansados quizás por la edad, puedan sufrir contratiempos de directo que yo contemplo, en toda su comprensible precariedad, como efectos reales, verdaderamente «punks» si es que se admite el término.
Cuanto menos obtuso, incómodo incluso si es que se piensa, que se juzgue lo conveniente de una realidad vital cuya importancia accidental dadas las circunstancias, NO es relevante bajo ningún concepto, si es que pese a todo, es necesario puntualizar que tocar música dura y rápida sentado a la batería cuando ya se tienen 76 jodidos años, resulta conmovedor por muchos fallos que puedan ser observados en la destreza que precisan las canciones aunque pueda parecer que sí…noooo…se impone la evidencia de un repertorio que ni por asomo admite reproches, canciones las de SHERNOFF que no precisan justificación alguna para que vuelvan a sonar sobreviviendo su propia memoria, conservando espíritu y vivencia, canciones, HIMNOS, que por motivos más que obvios, resultan más grandes que cualquier gilipollez personal de rabieta adolescente por parte de la facción talibán que llora la ausencia del vocalista como si en realidad fuese su aportación la que verdaderamente definiera la idiosincrasia compositiva del grupo que las defiende. Grupo además el que vimos ayer en la Sala X de Sevilla, que como identidad en desarrollo, mantiene intacta la suciedad de urbe, asfalto, pútrida alcantarilla que proyectan los acordes feroces del Jefe, cada melodia, siendo protagonista como hacha de inyección letal un ROSS THE BOSS gordo, orondo, inflado como un globo aerostático que subiera al cielo para infectarlo de riffs, punteos de infierno en llamas.
Abren bolo con torpezas y yo mismo desde abajo, haciéndole gestos cuando me mira, le digo al gordo, al jefe, imponente en sus distorsiones metálicas, que suba el volumen de su guitarra para que nada se pierda de sus fantásticos bramidos, cosa que hace al instante aportando la fuerza que siempre el Rock precisa para ser creíble cuando una guitarra utiliza códigos y lenguaje de impacto para alcanzar la inmolación… explosionan los riffs de ROSS el escenario y el mundo desaparece, al carajo toda bobada de élite decepcionada porque MANITOBA se queda en casa y las baquetas de ALBERT se escapan a veces de sus manos entre sudor, molestias físicas, energía septuagenaria…ALBERTO EL GRANDE, imponente aunque ni un solo golpe de madera redoble en sus pellejos, ya es causa de gracia para sentir felicidad por tenerle allí, trozo de historia del mejor Rock duro que la América 70′ nos legó en forma de canciones maravillosas, mente creativa y baterista original de BLUE ÖYSTER CULT, el único culto posible…criticarle por motivos de inseguridad en alguna de sus intervenciones es algo de todo punto absurdo, inmoral, allí está él, inmenso en su vida de integridad y creación musical libre de mácula, dándolo todo hasta donde puede, sigue haciéndolo con cerca de 80 años ya… dónde cojones estáis vosotros???
Las canciones de SHERNOFF lucen por momentos un magnífico desastre, como ese punk al que tanto se aferran lo haters que abandonan la sala criticando defectos sin ver ni entender nada que no sea lo que ellos pretenden observar y entender encerrados sin llave de apertura posible dentro de su propio ego…paradojas que demuestran hasta qué punto la idiotez suele no contemplar límites, que en eso el Rock se pronuncia imbatible, como en cualquier aspecto relativo a la vida, a lo que el ser humano pretende, carente por completo de objetividad en toda cuestión que pueda satisfacerle.
KEITH, el que se encarga de suplir a MANITOBA, canta y toca guitarra de ritmo, es un tío de calle, es un tío con oficio y luego demuestra simpatía, conexión, no viene a ser estrella, no viene a lucir palmito ni pretende siquiera ser foco de atención…eficaz, correcto en sus difíciles labores de actuación, agrada y cumple su trabajo…ANDY es el ANDY de siempre y sin él sí que no hay nada, toca su bajo con contundencia y canta cuando ha de hacerlo mientras la metralla del gordo acribilla al personal, ROSS THE BOSS fue, es, será siempre un guitarrista fantástico, lleno de cicatrices y olor a azufre, resulta innecesario tener que defender sus intereses, sus innegables habilidades de comunicación musical, todos, ALBERTO EL GRANDE más que cualquiera de todos ellos, son protagonistas de una historia que va tocando fondo, supervivientes que luchan contra viento y marea para mantener la vida a flote haciendo lo que siempre han hecho.. tocar Rock & Roll…(dónde estáis vosotros ???)
NEW YORK se hace holograma sónico, turbio, enrarecido, electrificado y oculto…y ellos siguen sin poder salvar a ROCK, al mundo, porque el Mundo es mezquino, soberbio e hipócrita, descerebrado y ruin…pero yo le canto a mi chica que baila junto a mi, que «permanezca a mi lado», lo canto con ellos gritando, alzando el puño mientras la canción, su estribillo de sueños y vida reduce a cenizas cualquier inconveniente, cualquier posible trance, cualquier imprecación, cerrando un ser list plagado de temazos, de sinceridad y melancolía..se recupera material de viejos discos, a la VELVET UNDERGROUND y al CULTO, cuya Dominación canta ALBERT desde los tambores, finalizan tras «Stay With Me» pero no les dejamos, vuelven a salir y suena la fiesta del Reinado Salvaje, otra de las grandes canciones de ANDY, luego ‘Two Tub Man» aunque pase tan desapercibida la canción como extraña se hace la idea de que algún día gente así nos pueda faltar…entonces la ausencia será dramatismo, entonces sí podremos llorar. Mientras tanto…FASTER AND LOUDER man!!!
No hay mañana, y si lo hay, seguro que hay ROCK.
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