Tras un forzoso parón de 2 años (debido a la pandemia) y al cambio de recinto del año pasado, el Slap! ha vuelto a su ubicación original: el Camping de Zaragoza. Reconozco que lo echaba de menos. El Slap! es un festival ideal por su tamaño y su ubicación. Nada de masificaciones ni largas filas para acceder a las barras o los baños. Es el festival más cómodo y amable al que he asistido. Esa piscina se torna imprescindible con estos calores. Además, el cartel está repleto de artistas de lo más interesante.
La cosa empezó el viernes 14 con los colombianos (aunque afincados en EEUU) Combo Chibita, no los conocía y fui sin ninguna referencia ni expectativa, pero admito que me sorprendieron gratamente. Tanto la espectacular voz de Carolina Oliveros como la incorporación de elementos psicodélicos al folclore colombiano o el virtuosismo del grupo me dejaron un estupendo sabor de boca. A las 23:00 Nanpa Básico demostró que es una estrella en ciernes, carisma y canciones no le faltan. El rapero de Medellín conectó desde el primer minuto con el público y puso el Slap! patas arriba. Primera gran sorpresa y primer triunfador del festival. Tampoco Orkesta Mendoza con su fusión se quedaron cortos. Desde el desierto de Sonora, Sergio Mendoza y su orquesta ofrecieron otro momento memorable de la primera jornada del festival a base de cumbia y fusión Tex-Mex. Ya casi a las 2 de la mañana fue el turno a los platos de Lady Funk quien amenizó la velada a quienes todavía les quedaban ganas de bailar.
El sábado 15 el calor apretó y la visita a la piscina se convirtió en imprescindible. Desde allí pudimos disfrutar del directo de los locales Irregular roots quienes practican un reggae perfecto para disfrutar en remojo. A la hora de comer fue el turno del experimentado DJ Pendejo quien deleitó la comida con su funk a los asistentes.
Era el turno del Pool train, el momento más icónico del festival, en el que la piscina se convirtió un año más en una fiesta. Justo después tocaba ir a la Slap! All Style (o campeonato de break dance), otra tradición de este festival, en la que bailarines urbanos de todos los estilos se enfrentaban y en la que todos ganamos un rato increíble con sus bailes, giros y piruetas. Era la hora de volver a la piscina para disfrutar de Instituto Mexicano del Sonido, otro plato fuerte del cartel. Sin duda, Camilo Lara y los suyos no defraudaron, ofrecieron un show enérgico repleto de diversión a base de folclore y electrónica. Una combinación que, unida a la piscina, fue imbatible para una tórrida tarde de julio. Creo que Instituto Mexicano del Sonido fueron los triunfadores del festival.
Fueron Centavrvs quienes con su fusión de tradición y vanguardia acompañaron al sol a su merecido descanso mientra iba ganando terreno la esperada noche. Tampoco tenía en mi radar a Centavrvs y prometo seguirles la pista a partir de ahora. La hora de la cena la amenizó el DJ Luso, otro veterano buscador en las raíces de la música negra. Miss Bolivia fue otra sorpresa para un servidor. No la conocía y debo admitir que su fusión de hip hop y cumbia me ganó por completo. Secundada por un efectivo grupo de baile femenino, el show de la argentina fue a la par divertido y reivindicativo. Mujeres al poder, claro que sí.
Los 300 son un combo formado por miembros de Eskorzo (quienes tocaron justo después), un trío de sobra experimentado que ofrecieron su peculiar crisol sonoro de afrobeat y latin jazz. Los granadinos Eskorzo vinieron a triunfar y a divertirse. Su fusión de música latina, rock, ska, funk y todo lo que se les ocurra fue la triunfadora de la noche del sábado. El grupo de Tony Moreno no sólo atacó lo más destacado de su ya considerable catálogo, sino que sorprendieron con sendas versiones de Pink Floyd (Another brick on the wall, pt.2) y Red hot chilli peppers (Give it away). Casiná. Acto seguido, RdeRumba (Violadores del verso) fue el encargado de poner a la gente a bailar hasta las 4 de la mañana, reconozco que yo ya no estaba por allí a esas horas.
Domingo 16, último día del festival y uno lo afronta con cierta tristeza. Xtragos & The feelmakers nos ofrecieron al borde de la piscina su interesante propuesta del personal rap de Xtragos marinado con el Jazz de the feelmakers. Lo cierto es que entró muy bien para una calurosa mañana de domingo. El acto final del festival fue la sesión conjunta de Slap! DJs All Star con Pendejo, Luso y RdeRumba deleitando al personal durante la tarde hasta que hubo que abandonar el recinto y decir adiós a la edición de 2023.
Un año más, el Slap! se confirma como un festival “pequeño” aunque de sobrada calidad. Un festival ideal para ir en familia, sin agobios ni prisas que, por cierto, ya anunciado la primera confirmación para la próxima edición: Guadalupe Plata.
Foto portada: Darío Cubero (@dariocubero), Resto fotografías: Luis Cifer (@luisciferaverno)
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