Siempre es un lujo descubrir nuevos lugares donde poder disfrutar de la música en directo en un ambiente agradable, con un público entregado y unos geniales anfitriones. Eso es lo que sucedió el sábado 7 de junio en el aniversario del club motero Fenrir celebrado en el local de Gremium MC, capítulo gaditano (con el nombre de South Coast Cádiz) del célebre motoclub a nivel europeo.
Y es que la vinculación del mundo de las dos ruedas con el rock lleva unida desde tiempos inmemoriales (sólo hay que recordar películas como “Salvaje” o “Easy rider”). Además la sede de su club es extraordinaria, con comida y bebida a precios populares, escenario de grandes dimensiones, sitio de sobra y un trato excelso por parte de los socios. No podemos dejar de agradecer las facilidades y el ambiente creado para este irreprochable aniversario de Fenrir, en el Club House South Coast, ubicado en el Polígono Industrial Las Salinas en El Puerto de Santa María (Cádiz).
En el capítulo musical pudimos disfrutar en la jornada de dos bandas, la primera de versiones llamada Gato Gordo que tuvieron el detalle de empezar más de dos horas antes de su horario anunciado para amenizar el acto. Así que el cuarteto local hizo honor a su nombre y, como explicó mi amigo Gonny, tocó un concierto gordo de más de tres horas.
El reclamo principal eran los jerezanos Feral, banda al alza que llegaban de triunfar en Portugal en el Festival Entierro Prematuro celebrado en Tavira aunque últimamente los hemos podido disfrutar en Sevilla o la Milwaukee de El Puerto de Santa María.
Un cuarteto bien engrasado que transitan entre el thrash y el groove metal y que siguen presentando su exitoso EP “Polvo y cenizas”. De hecho, tras la intro “XII” comenzaron con “Entre la tierra y el cielo”, una estupenda canción con un estribillo poderoso donde pudimos ver en acción a unos Feral felices, disfrutando en el escenario, lo suficientemente grande para que su guitarra y bajo Víctor y Manu pudiesen correr de una esquina a otra, tocar juntos o bajar entre el público. No podemos dejar de citar que las primeras filas estaban copadas por el amplio sector femenino que no paró un instante.
Su vocalista Kala nos ofreció algunos movimientos y bailes que confrontan con su voz gutural y Unai dejó clara su capacidad con las baquetas y parches. Y así en su casi hora y media de directo pudimos escuchar “Último amanecer”, “Obsolescencia programada”, “La noche del cazador”, “Nunca brilla”, “Mis demonios”, “Cicatrices”, las inéditas “Sus mentiras” (presentación de su próximo álbum), “Volver la vista atrás” y “Siento” (compuestas en la pandemia y que todavía no han visto la luz en formato físico) y su curiosa versión del “Childeren of the grave” de Black Sabbath que fusionan con el “Blinded by fear” de At the gates que puso el colofón a una magnífica jornada de motos, rock y celebración de la vida y la amistad.
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