He entregado mi alma
a las cosas que admirabas.
Las atrapé
conforme iban saliendo.
Dejé que fueras mi salvador,
me las quedé para devolvértelas
una detrás de otra,
junto a ti.
Y el latido de la ciudad,
en las sombras creé mi hogar.
He ido cambiando
y mamá no sabe
dejar caer sus lágrimas.
Haz que las flores crezcan,
estoy cambiando
y papá puede ver
su reflejo
ante el espejo que soy.
Debería arrepentirme
de este peligroso sentimiento.
Aunque nací
para sentirme solo,
sin tu amor
sólo soy un extraño,
un voluntarioso niño
al que no puedes controlar.
Y ese latido de la ciudad,
en las sombras creé mi hogar.
Debería arrepentirme
de este peligroso sentimiento.
Aunque nací
para sentirme solo,
sin tu amor
sólo soy un extraño,
un voluntarioso niño
al que no puedes controlar.
Conjuntamente
con el espíritu santo
imitándote para que seas.
Debería arrepentirme
de este peligroso sentimiento.
Aunque nací
para sentirme solo,
sin tu amor
sólo soy un extraño,
un voluntarioso niño
al que no puedes controlar.
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