Puede que no sea el indicado para hablar de este single. Pero cuando le he dado al play, no he podido evitar prestar atención y ver qué me quiere decir su sonido.
Un sonido que hace de narración, como lo haría un texto. En un principio, la voz suena suave, indicándonos y facilitando la comprensión del mensaje. Un mensaje que habla de cadenas, de romperlas. También se nos habla de una caída en espiral.
La voz se va endureciendo progresivamente de manera que se puede ver esa espiral de la que habla la letra. Todos los aterrizajes son escabrosos, es necesaria una mano para poder terminar el proceso.
De alguna manera hay una lucha de fuerzas. Una que tiende a la elevación, y otra que te engulle hacia el centro de un foco negativo. Hacia la oscuridad total.
Se suele decir que antes de adentrarse en la oscuridad, hay que ser luz. De esta manera el corazón hace de antinieblas, pudiendo iluminar el camino a pesar de esa negrura que nos rodea y así, poder distinguir bien para no cometer errores innecesarios. Es primordial construir nuestra individualidad antes de pertenecer, para que no nos coman el coco y acabemos en cualquier lugar indeseado.
En este single de John Serrano se nota, al principio, un determinado orden musical, y de repente, nos encontramos de nuevo en esa caótica espiral, en ese dolor. De manera clara, la canción nos cuenta una historia a través de las notas musicales. Los riffs, no se alargan mucho, de manera que te predispone a esperar el siguiente. Solamente hay un camino con esta canción, y es hacia delante. Hay que llegar hasta el final para comprenderla por completo. Ah, y no os perdáis la portada. Es inquietante.
¡A que te la has puesto otra vez! ¡Confiesa!
Presave de Spotify aquí.
0 comentarios