Más allá del hype que puedan suponer la banda de Athenar, que se ha colado en alguna que otra gran revista que de vez en cuando trata de redimirse dedicando algún artículo al heavy metal, Midnight es una de esas bandas que personalmente me hace disfrutar de modo extremo. La herencia nunca disimulada de Venom y Mötorhead con el obvio espíritu punk, más esa fijación blasfema que les hace circular entre el black metal, el speed metal y el heavy metal como manía persecutoria para impregnar la etiqueta de rigor. Directos y al grano que no por ello con menos jugosidad que otros que parecen empeñados en rodear de opulencia su propuesta, tan necesario seguramente como esto, que durante los escasos 26 minutos que ocupan las diez canciones de Hellish Expectations, no hace prisioneros.
Esa forma de sonar la guitarra en «Expect total hell» no necesita definiciones ni añadidos varios, ya sabemos de donde viene, en que lugar hace parada para beber de sus fuentes. Rabioso, árido y ácido, oscuro como el metal antes de la oscuridad del Black metal nórdico y otras maneras de invocar los demonios. «Gash scrape» en como una antesala del thrash metal antes de que este fuese inventado, una sobremanera de exceder el heavy metal a posturas más duras cuando aún no sabíamos lo que estaba por llegar y que Midnight rescatan y ondean con orgullo. Las líneas de la evolución terminan muriendo en callejones sin salida donde no se asoman ni los gatos en busca de roedores, cuando carecen de sentido, y me atrevería a decir que refiriéndonos a Midnight es el caso, porque si algo tienen de adictivo sus canciones es esa no necesidad de salirse de madre.
«Masked and deadly» ofrece recreaciones más «melódicas» y un riff de retumbe épico. «Slave of the blade» es puro heavy metal en modo armageddon. «Nuclear saviour» excava en los panteones más oscuros del thrash… y así podría seguir hasta «F.O.A.L.» que pone punto y final a este disco, que desconozco que impresión causara en todos vosotros pero que a mi desde luego, no solo no me defrauda sino que es capaz de ponerme a mil en cuestión de segundos.
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