Algunos buenos discos se hacen en meses, otros conllevan años de trabajo. La obra de Villalobos se extiende más de dos décadas hasta su consumación musical en Tula Hiperbórea, su primer disco en solitario.
Artista plástico, conferenciante, escritor, doctorado en Bellas Artes por la Universidad de Granada y guitarrista de la banda Demiurgo, la trayectoria de Francisco Villalobos Santos es tan rica y prolífica como su creación artística.
Gestado a la orilla del Río Grande, en Coín, el conjunto de canciones que conforman Tula Hiperbórea – o “estado primordial del que emanaba el poder espiritual”, según el pensador René Guénon – es un canto a lo profundo del espíritu humano. Estas canciones, o cantos, como le gusta llamar, nacen del silencio, de la plenitud del cielo estrellado o el rumor del agua entre las hojas de los árboles. Pero también de escucharse a sí mismo y responder al impulso que es transversal a toda su obra: ver lo esencial, captar la belleza y el sentir originario de todo lo que nos rodea.
Canciones como “Cantan las aguas”, “Tierra de Diamantes” o “Hoy te encontré”, nos hablan en un código natural y contundente, con tintes de rock alternativo, folklore y hasta algo de jazz, una mezcla que resulta acertada y cercana, casi familiar, a lo largo de los 12 temas. En esta búsqueda hacia el interior, Villalobos no viaja solo, le acompañan José Manuel García al bajo y sintetizadores, Álvaro Parada a la batería y saxo, así como el productor Alejandro Lévar, responsable de la mezcla y del sello discográfico DISPAR, donde se edita. El disco está grabado y producido entre 2021 y 2022 en Moon Rate Studios (Estepona) y La Cabaña Estudio (Coín).
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