Por si alguien acaba de aterrizar en el planeta Tierra o desconoce que hay música más allá del reguetón: Noel Gallagher era el compositor principal de Oasis, aquel grupo de brit pop capitaneado por dos hermanos macarras cuya rivalidad entre ellos (y con Blur) hizo correr ríos de tinta allá por los 90. Finalmente, los hermanos Gallagher partieron peras y Oasis se acabó. Tres décadas después de su primer LP como Oasis, los hermanos más bocazas de la historia del pop siguen caminos separados.
Este cuarto trabajo en solitario de Noel Gallagher me parece el mejor hasta la fecha. Council skies no llega a la altura de sus mejores momentos con Oasis pero sí recupera el gancho de ese pop británico facturado de manera impecable. Noel sigue teniendo como máximos referentes a The Beatles (su pecado original) aunque ahora suma influencias menos obvias como David Bowie, Paul Weller o The Cure. De todos ellos se ha declarado fan Noel Gallagher y en este trabajo ha intentando escribir canciones metiéndose en la imaginaria piel de sus maestros. Quizás por todo ello Council Skies es su disco más ecléctico y redondo. El de Manchester parece haber encontrado la inspiración para facturar auténticos himnos como Dead to the world o Easy now que harán las delicias de los fans de Oasis. También es capaz de ofrecer pop de primera calidad como Open the door, see what you find, I’m not giving up tonight, ¡Here she blows!, Think of a number o Council Skies. Todo ello acompañado de colegas como Johnny Marr (que aporta su guitarra en 3 temas) y sazonado con unos majestuosos arreglos orquestales como sólo los británicos saben hacer, las cosas como son. ¿Mi tema favorito? Pretty boy, en el que se intuye la influencia de The Cure, algo sorprendente de primeras, aunque quedó confirmada con la remezcla a cargo de Robert Smith (e incluida en la versión Deluxe).
Incluso yo diría que Noel canta mejor que nunca, ya sabemos no posee la garganta de oro de Liam, pero cada vez se defiende mejor. Finalmente ha encontrado su propia voz y sus composiciones se acomodan como un guante a su limitada garganta. Resumiendo, Council skies es un trabajo más que digno con momentos realmente brillantes.
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