Shego son la nueva sensación del indie nacional. Con apenas 2 años de carrera, unos pocos singles y el EP “tantos chicos malos y tan poco tiempo” (producido por Carlangas y Bronquio, nada menos) están girando por salas de todo el país con entradas más que respetables. Lo que vivimos el otro día en la Sala López de Zaragoza fue la prueba evidente de que shego (con s minúscula, por favor) han venido para quedarse. Son muy jóvenes pero defienden sus canciones en directo con convicción y descaro. Maite, Raquel, Charlotte, y Aroa parecen no creerse su meteórica ascensión, pero lo disfrutan sobre el escenario y su entusiasmo es contagioso. En directo shego muestran sus múltiples facetas, del punk irreverentes al pop meloso pasando por el techno o el rock garajero. Es pronto para encorsetarse en ese autoplagio al que llamamos estilo. Arropadas por un público femenino en un 90% (como poco) y saltando de un género musical a otro sin despeinarse, shego hicieron vibrar a una Sala López más feminista que nunca.
Por supuesto, sonaron sus singles la nueva ola, Oh boi, LUCKY, la kiero a morir, meperd0nas?, Pablo (su último single en el que versionan la canción Paul, de los neoyorkinos Big thief) y su genial reinterpretación del MERICHANE de Zahara. No son grandes virtuosas, todo llegará (o no), ni falta que les hace. Tienen suficiente descaro sobre un escenario para ofrecer un show de lo más solvente y sonaron francamente bien. Para el fin de fiesta dejaron la que parece ser para muchos su única canción: Vicente Amor. Un hit que, si hubiera justicia en este asqueroso mundo, sería número 1 a nivel planetario. Ver la López gritando a todo pulmón lo de «aquí han venido las zorras que más odias a gritártelo al oído” es toda una experiencia. Tras este tema, Raquel denunció que entre la confusión que se formó cuando bailó y cantó entre la audiencia, un energúmeno le había tocado una teta y había intentado quitarle el micro. Vicente Amor habla precisamente de tipos así, que abusan de la impunidad de su posición. Un incidente menor que no estropeó el final de la noche (bailando ABBA como si no hubiera un mañana) pero sí demuestra que todavía nos queda mucho que avanzar como sociedad. Por eso grupos como shego son necesarios.
Cuidado con shego, tienen las ideas muy claras y van a por todas.
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