El martes 22 de noviembre estuvimos en la presentación del nuevo ensayo de José Sánchez Tortosa que lleva por título “La libertad desnuda” siendo completado por el breve subtítulo “Una historia textual e icónica de sus trágicas paradojas”. En el acto se encontraban además del escritor madrileño como presentadores el filósofo Gabriel Albiac y el autor del prólogo Luis Alberto de Cuenca en la Librería Antonio Machado, sita en la calle del Marqués de Casa Riera o lo que es lo mismo, en los bajos del Círculo de Bellas Artes.
Tras las primeras palabras de agradecimiento de Sánchez Tortosa, tomó la palabra Luis Alberto de Cuenca que nos sorprendió al hablar del prólogo, pues nos explicó su extrañeza al haber sido solicitado para ello, ya que no se considera un experto en el tema y nos comentó la desgraciada poca interacción entre filólogos y filósofos (cosa que secundó momentos después Gabriel Albiac ya que no se entiende que filósofos y filólogos clásicos no tengan cierta unión al hablar de Platón). Tras ponderar el libro de Sánchez Tortosa nos deleitó con una traducción del poema “Liberté” de Paul Éluard.
Tras el insigne miembro de la Real Academia de Historia le tocaba el turno a Gabriel Albiac, maestro de Sánchez Tortosa (y de tantos que han pisado la venerable Facultad de Filosofía en la Universidad Complutense de Madrid) que nos habló del concepto de libertad, basándose en el ensayo de Sánchez Tortosa. Un concepto que lejos de esa gran concepción positiva también lleva en su argumento teleológico una negativa pues se encuentra fuera de lo absoluto, de la divinidad por lo que hablar de libre albedrío es absurdo. Está claro que el filósofo está condenado al fracaso, desde Platón o Epicuro se sabe pero sabios como Spinoza y los idealistas alemanes llegaron a esa terrible conclusión. Para demostrarlo, se citó a Hölderlin, a Hegel y a Schelling, se leyeron partes de su correspondencia comparando con pasajes de “La libertad desnuda”. Una explicación admirable, didáctica y acertada.
Y tras los dos invitados de lujo, tomó la palabra el protagonista de la noche agradeciendo a los presentes su asistencia y a la Antonio Machado por ofrecer sus instalaciones para la presentación. Un lugar maravilloso para un escritor que publica algo tan anacrónico, un fósil, como es un libro en papel. Habló de la editorial Confluencias, uno de esos sellos que sólo imprimen aquello que le gusta a su editor, aquello que merece ser leído por su excelencia. Sánchez Tortosa también nos habló del concepto de libertad, de Platón, del término “spinoziano” de la conciencia de necesidad considerando su obra como casi pornografía por desnudar su contenido en ella. Interesante fue comprobar como considera que uno de los grandes peligros de la libertad es el ego por lo que son ridículos términos como la autodeterminación, un término a quemar en la hoguera de las vanidades donde tiene un puesto preferente las redes sociales (o cadenas de masas en palabras de Sánchez Tortosa) con las que se mostró extremadamente crítico. Cosa habitual pues en otras ocasiones hemos leído o escuchado al autor expresar que al final quedará para la masa la chatarra tecnológica quedando para la élite leer a los clásicos en latín. Para algo su especialidad es la educación pues como se nos comenta en la solapa José Sánchez Tortosa ejerce el noble y obsoleto oficio de profesor, y para mayor oprobio, de profesor de Filosofía.
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