Editado por The Fish Factory, los toledanos Dramah lanzan su segundo larga duración titulado «La derrota de lo eterno», un disco de hard rock melódico muy próximo al a.o.r -o viceversa- en el que han conseguido un sonido limpio y a la par poderoso que se puede colocar frente a frente sin problema a muchos lanzamientos de bandas consagradas que nos llegan desde el exterior. Chema García, guitarra, teclados, bajo y batería junto a Kike Fuentes a las voces y un puñado de colaboraciones nos presentan este álbum.
Mucho protagonismo para los teclados en la inicial «Crisálida», una guitarra muy presente y grandes dosis de melodías que llegan a su culmen en el estribillo con unos fantásticos coros. «Ángeles sin cielo» con el ex-Avalanch y actual Amadeüs, Isra Ramos a las voces en las que nos encontramos el contraste del lado más melódico de este frente al más aguerrido de Kike Fuentes de nuevo sobre protagonismo de los teclados. Erik Cruz (Wah/Reeper) es el siguiente en ponerse a las voces en «Punto de no retorno» con una entrada por parte de la guitarra maravillosa que nos sumerge en una canción que te lleva a esas noches sin final en la que suena este a.o.r. mientras conquistas la ciudad.
«Comienza a vivir» escapa hacia un espectro más duro con una guitarra muy marcada y la melodía de voz entroncada en las tesituras más potentes que hacían por ejemplo Sangre Azul. «Esta noche» combina a la perfección guitarra y teclados consiguiendo cada uno su espacio, mostrándose la canción más directa y desembocando en un gran estribillo pleno de melodía. Se aceleran los tiempos en «Musa» mostrando unas guitarras afiladas que rompen fuerte mientras la voz de Kike adopta posturas mas hard rockeras. «Castillos de papel» es puro a.o.r. pero ojo, que mantienen esa línea que no los deja caer en terrenos donde el almíbar se hace excesivo, todo lo contrario esos continuos solos le imprimen fuerza.
«La derrota de lo eterno» desvían la atención hacia terrenos progresivos sin excesos no necesarios y se asientan en cánones propios del heavy melódico. Sube el volumen para escuchar esa batalla encubierta entre guitarra/teclado en «Nada es para siempre» y la gran melodía de voz que le añaden. «Juego de dos» cuenta con la colaboración de Ana De Tena a la voz y Diego García al Saxo Alto. Una balada llena de sentimiento y fuerza que tiende puentes entre sonidos anteriores y actuales. Como bonus recuperan dos canciones de su primer disco, «Decepción» y «Secretos». Un gran trabajo de hard/a.o.r que muestra una calidad y claridad de ideas abrumadora.
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