Cada uno tiene sus héroes. Dentro del mundillo el rock Peter Hook es uno de los míos. No solamente es un bajista excepcional con un sonido único e inconfundible, sino que el tipo fue miembro fundador de Joy Division y, tras la muerte de Ian Curtis, fundó New Order junto con los supervivientes Bernad Sumner y Stephen Morris (a los que se unió la pareja de este último, Gillian Gilbert). Ambas bandas han sido importantes en mi vida, lo reconozco, no soy imparcial en esto, como en casi nada. Por lo que una biografía de Peter Hook centrada en su andadura en el seno de New Order era un libro que ya tardaba en leer. Tras Unknown Pleasures: Inside Joy Division y The Haçienda: Cómo no dirigir un club, Peter Hook publicó Substance: Inside New Order, tercer capítulo de sus memorias. Una pena que todavía no se haya traducido al castellano y haya que leerlo en inglés.
Este extenso (1.000 páginas) y detallado libro se hace adictivo gracias a la ironía propia de su autor y algunos pasajes realmente hilarantes. Hook es un punk verdadero, un rebelde de los pies a la cabeza. Un chaval de Manchester al que la música salvó de la mediocridad. Hook no se presenta a sí mismo como un santo ni como el bueno de la película, más bien todo lo contrario. Me ha sorprendido la sinceridad brutal con la que Hook detalla su andadura vital, sin evitar sus innumerables errores ni sus múltiples debilidades.
Ocurre que New Order tiene una de las historias más apasionantes de la música moderna. Nacido de las cenizas de Joy Division, New Order siempre cabalgó sobre sus contradicciones. De alma post-punk practicaban un pop con influencias del dance music. Formado por personalidades muy distintas (el calmado, el macarra y la parejita), siempre hubo luchas internas que (como en el caso de Pink Floyd) originaron grandes discos. Hubo tensión por encontrar un cantante, hubo tensión por el sonido de cada canción, hubo lucha por el éxito y hubo luchas de egos. Lo cierto es que pronto se abandonó el sonido post punk de Joy Division para abrazar la tecnología, dejando cada vez menos espacio para el bajo de Hook. La lucha de Hook para que su instrumento se oyera en la mezcla final me parece simplemente apasionante. La paradoja es otra constante en la carrera de New Order: su single Blue Monday es uno de los más vendidos de la historia, New Order han vendido millones de discos, eran dueños de su propia discográfica (Factory Records), y del club más rutilante de Manchester (The Haçienda). Pero nunca ganaron dinero con todo ello. ¿Cómo es posible? Las respuestas están en este apasionante libro.
Lleno de innumerables fechas y datos recogidos con minuciosidad durante lo que supongo fue un arduo trabajo, Substance: Inside New Order es un libro imprescindible para todo fan de New Order. Pero también lo creo más que interesante para cualquiera que quiera saber los entresijos del show business de los últimos 40 años. Da igual que no te guste New Order o no conozcas a Joy Division. Es imposible no verse arrastrado por el torrente vital que plantea Hook. Su minuciosa radiografía refleja una época de excesos de todo tipo, cierto, pero también tiene apasionantes pasajes sobre instrumentos, técnicas de grabación y el proceso que conlleva la creación de un disco. Por este apasionante relato pululan managers con brotes psicóticos, productores tiranos, vampiros disfrazados de abogados, mafiosos, traficantes, groupies dispuestas a todo, cantantes con complejo de diva y hasta Bill Clinton. El libro rebosa anécdotas alucinantes que harán las delicias de cualquier aficionado al rock. Ocurre que estos tipos con cara de no haber roto un plato eran unos macarras de cuidado que dejaban a la altura del barro a cualquier gran estrella del rock. Pero Hook ya es sexagenario y también muestra el lado negativo de los excesos y las adicciones. Tampoco le duelen prendas en hablar de la enfermedad y la tristeza por las relaciones fracasadas ni pasa por alto su doloroso pasaje como víctima de violencia doméstica.
Como aficionado a la música, disfruté especialmente con los comentarios que Hook hace de cada canción, cómo se gestó su composición y el sonido que finalmente se plasmó en disco. También asistimos a la inevitable lucha de egos que originó la salida de Hook de New Order en 2007 y la posterior disputa judicial. Entre tanto, Hook incluso narra de pasada los inicios de otros grupos de Manchester que también han dejado su huella, como Stone Roses, Happy Mondays o unos tal Oasis.
Lo dicho, imprescindible. A ver si lo traducen de una vez.
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