No entienden nada. La denuncia y posterior retirada del cartel del concierto de Zahara en Toledo viene a demostrar que hay gente que no se entera (o no quiere enterarse) de nada. Vaya desde aquí mi respeto por todas las creencias religiosas, por muy extrañas que me puedan parecer algunas. Pero no veo la ofensa en ningún sitio. Cierto que el límite entre la provocación y la ofensa es muy sutil y que cada uno tiene su propia sensibilidad. Pero todo esto me huele a mí a maniobra para sacar rédito en este festín de Baltasar en el que se ha convertido la política es este país. Lo peor es que han pillado a Zahara en medio de todo este asunto, sin comerlo y sin beberlo.
Cierto que el cartel puede o no gustar pero no creo que haya intención de ofender. Es una imagen promocional similar a las que Zahara está usando en toda la promoción de su excelente último LP, PUTA. Por cierto, cuando Zahara lanzó su trabajo SANTA (2015) nadie se quejó. Con PUTA Zahara le ha echado un par de bemoles y ha buscado desmitificar unos cuantos conceptos y romper tabúes. Zahara habla en PUTA del acoso escolar que sufrió, su maltrato, sus relaciones tóxicas, la presión social y el daño de los estereotipos. En mi humilde opinión, en la imagen de la polémica Zahara expone los distintos roles que la sociedad impone todavía a las mujeres. La banda azul con el título PUTA hace referencia al insulto que todas las mujeres han recibido alguna vez y que puede ser una auténtica losa, un estigma para su desarrollo personal. Pero no pretende ofender a la Virgen María.
Yo no veo la ofensa por ningún sitio, la verdad. ¿Provocativa? Puede ser. Pero la provocación no es un delito, todavía. Tampoco hay signos evidentemente religiosos propios del cristianismo. Ni la mujer ni el niño (!que es un muñeco!) de la foto están en pose típica de las imágenes religiosas de la Virgen María con el niño Jesús ( Madonnas o Iconos). Sí, por su composición, puede recordarnos a las imágenes religiosas, pero no pretende ser una imagen religiosa. Recordemos portadas de discos de Extremoduro o Mago de OZ con claras referencias a Cristo, o cuando Jesús Vazquez posó como Cristo en la cruz para una revista gay. Pero no pasó nada, era otra época. Incluso cuando alguna política de derechas se retrató no hace mucho en pose mariana, ningún fariseo se rasgó las vestiduras.
Esa denuncia por ofensa extrema a la imagen de la Virgen demuestra un odio cainita contra todo lo que no se entiende. Esta denuncia me recuerda a aquella que les cayó a unos titiriteros en Madrid por una obra de teatro ¿Os acordáis? Los pobres hasta pasaron cinco días en la prisión de Soto del Real. Y todo justificado por una pancarta de una obra de títeres que rezaba “Gora Alka-Eta”. Un juego de palabras. Pero había que desprestigiar al contrincante político por permitir una obra que supuestamente pervertía a nuestros hijos. Pues estamos en lo mismo, un fuego cruzado entre políticos que no entienden nada más allá de sus intereses. Es como si la asociación de ganaderos de porcino denunciara al autor del cuento de los 3 cerditos por presentar a 2 tercios de los cerdos como vagos. No tiene sentido.
Llámense inquisidores o talibanes, los intransigentes no entienden nada que se salga de su limitado círculo y, lo que es peor, intentan imponer al resto sus creencias. Así pues:
Dios te salve, Zahara,
llena eres de talento,
la razón es contigo,
Bendita tú eres entre todas las indies,
y bendito es el fruto de tu sufrimiento: PUTA.
Zahara, hija del dolor,
baila para nosotros, perdedores,
ahora y aunque tengamos ganas de llorar.
Amén.
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