Slavedown tienen nuevo disco, «The enemy inside» editado por La Familia Revolución, un disco fuerte y desgarrado acorde a los tiempos que tocan vivir, en el que la banda ha dado rienda suelta a todos los sentimientos que les rodean, traduciéndolos en un puñado de canciones que no te van a dejar indiferente. Aprovechando la reciente salida del álbum, pudimos hablar con Marc Corso, vocalista de la banda.
Lo primero, felicitarte por “The enemy inside”. Debo reconocer que desde que escuché “Come and see the Monster rise” me pusisteis los dientes largos.
¡Gracias! Esta canción es el buque insignia del disco. Un tema de largo desarrollo con diferentes atmósferas que desemboca en un torrente sónico de agonía. Ademas la hemos escogido como single a pesar de que dura más de seis minutos… histrionismo marca de la casa.
¿Cómo ha sido el proceso de composición y grabación del disco?
Este disco esta grabado en tres periodos de tiempo diferentes. Al principio iba a ser un E.P. pero nos vino una súbita oleada de creatividad desbordante y acabo siendo un L.P. Está grabado en Hybrid Recordings, nuestro cuartel general y propiedad de Sue Gere. Lo ha grabado y producido por el propio Sue y hemos dado un gran paso adelante con una producción excelente y atronadora.
Me ha llamado mucho la atención, la portada, sobria pero con mucha fuerza, y además me recuerda mucho al tipo de portada clásicas dentro del metal.
Nos la hizo un amigo de la banda. La primera propuesta fue aceptada de inmediato. Las fotos y el artwork son de evitaxiii@icloud.com, la mujer de Sue Gere. Como ves, todo queda en casa y tenemos el control total del producto. Ya que lo dices, sí que tiene cierto aire al » Symphony of Destruction » de Megadeth, aunque prefiero la nuestra.
Algo que me ha llamado mucho la atención del disco, es la importancia de los riffs. El de “Not to fall back again” por ejemplo, me ha volado la cabeza
Es un riff muy potente y rítmico, muy del metal 90’s, con un estribillo melódico y matador. Será nuestro segundo single.
El sonido de Slavedown suena actual pero a la vez templado con el sonido del metal y el rock alternativo más duro de los 90. ¿Cuales son vuestras principales influencias?.
Estamos influenciados por cincuenta años de rock. Desde The Doors a Mastodon, pasando por Black Sabbath, Motörhead o Metallica. Los cuatro somos perros de mil leches, que condensamos las influencias en Slavedown.
Algo que está claro, es que las canciones de este disco tienen muchísimo músculo, rabia…
Nuestras canciones reflejan nuestras emociones más profundas. Son relatos de la locura cotidiana. Una catarsis para liberar nuestros demonios.
El momento que vivimos coloca en una situación más cruda aún a las bandas de rock. Si la aparición de internet de forma masiva ya propició una reinvención de la industria y los grupos, ¿piensas que toca volver a inventarse de nuevo?
Ya desde comienzos de siglo los grupos primero y después la industria, se tuvieron que reinventar o mas concretamente adaptarse al tsunami de Internet. Nosotros optamos por el formato vinilo y CD, pero también apostamos por el formato digital y la presencia en redes.
Aunque con cuentagotas, las bandas van tocando en directo. ¿Cómo lleváis el asunto vosotros? Imagino que para una banda con la fuerza de Slavedown, debe ser complicado tocar en directo sin poder establecer del todo esa comunión de fuerza, grupo/público
Son malos tiempos para los directos y más para una banda underground como nosotros. Este puto virus ha jodido todo el tinglado. Es una pena que saquemos un disco sin perspectivas de directo a corto plazo pero teníamos que darle salida a nuestra obra. Ojalá podamos hacer algún directo este año. También tenemos pensado hacer un show en vivo en el estudio y pasarlo por streaming.
Las grandes discográficas ya no apuestan por sangre fresca si no lo ven como un producto de consumo. Eso está haciendo surgir pequeños sellos que pelean hasta su límite. Algo así pasa también con los medios. ¿Cómo veis la escena actual?
Los sellos independientes son la única esperanza para una banda como la nuestra ya que las majors en este país solo se dedican a sacar flamenco, pop baboso y otras lindezas. Hemos tenido la gran suerte de encontrar a la gente de La Familia Revolución que son un sello que ama el rock de verdad, con pasión. Podemos considerar a Luis como el quinto miembro del grupo y ha sacado una edición de lujo y muy cuidada. Gente así hace falta para apoyar a las bandas en este país.
Volviendo al disco, habéis conseguido un sonido muy agresivo. Hay canciones donde esa rabia se hace más latente como en “Poison as a cure” o “Deliver us from evil”. ¿Era esa la idea desde un principio?
Nuestras canciones reflejan la agresividad de como nos trata la vida. No es fácil para un grupo que tiene que lidiar con la rutina diaria de llevar adelante el trabajo titánico que supone componer y grabar una obra de primer nivel compaginando trabajos y vidas personales, más si a esto le sumamos que ya no somos unos chavales. Un autentico milagro y perseverancia sin fin.
¿Quién es vuestro enemigo interior?
Somos nosotros mismos. Es ese monstruo que todos llevamos dentro. Una lucha interior entre la ilusión y enviarlo todo a tomar por culo. Es un trabajo diario. Somos adictos a la música y ya se sabe como funcionan las adicciones.
Gracias por vuestro tiempo. ¿Queréis decir algo a la gente que nos lee?
Un saludo a todos vuestros lectores. escuchad el disco y si podéis comprarlo. es una obra honesta y potente que vale la pena tener. gracias por vuestro tiempo.
Fotos cortesía de La Familia Revolución
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