El auge de la comedia romántica contemporánea puede fecharse tras el estreno de “Cuatro bodas y un funeral”, donde Mike Newell empezaba a explorar nuevas temáticas y personajes (lejos del estereotipo clásico), sentando las bases de este nuevo género que siguió arrasando en Reino Unido, con filmes tan taquilleros como “Notting Hill” o “Love actually”. A esto se suma declaraciones de amor a ciudades (como lleva haciendo Woody Allen desde hace unas cuantas décadas) con el trasfondo de los problemas sentimentales de la población que las habita, primero con «París, je t’aime” y con posterioridad “New York, i love you”, junto a más historias corales tipo “Historias de San Valentín”.
Todos estos mimbres alumbran la nueva serie de Amazon Prime, basado en una célebre columna del New York Times. Ocho episodios de menos de media hora de duración, donde se nos intenta explicar la necesidad de querer y ser queridos en una ciudad tan complicada como “La Gran Manzana”, donde aún se puede encontrar humanidad entre el inhumano y caótico ritmo de sus calles. Ocho argumentos conclusivos que se unen al final del último episodio, donde se tratan temas como la inseguridad sobre uno mismo, las complejas relaciones de los enfermos mentales, la pérdida de nuestra “media naranja”, parejas homosexuales que desean adoptar, los problemas de los matrimonios de mediana edad, la muerte de un ser querido o la necesidad de una figura protectora en nuestras vidas. Como se puede entender, habrá episodios que nos gusten más que otros pero el tono medio es más que aceptable y se puede disculpar el tono “almibarado” que adopta “Modern love” en más de un momento.
Dentro de esta primera temporada destaca el protagonizado por Anne Hathaway donde se trata la complejidad para encontrar pareja, trabajo o amigos de las personas bipolares, que lo mismo viven su “La La Land” particular que un infierno donde se convierte en imposible salir de casa. Hathaway está inmensa y le ofrece un plus de calidad al episodio. También simpáticos nos resultan la imposible relación paterno- filial de una joven con el portero del edificio (con un final antológico), el insoportable peso de la rutina en la pareja formada por Tina Fey y John Slattery o la búsqueda del amor perdido cuando se ha conseguido triunfar en lo profesional en el interpretado por Dev Pattel y Catherine Keener. El resto es una cita imposible narrada en “clave indie” con Sofia Boutella de estrella, la imposible relación de una asentada pareja de hombres que desea adoptar y como encuentran su oportunidad en una embarazada soltera que no puede tener al hijo por su extravagante ritmo de vida, una chica que ve una figura paternal en un informático de mediana edad o el encuentro del amor en la tercera edad.
Entre los directores lo capítulos más importantes los firma John Carney, responsable hace años de las exitosas “Once” y, sobre todo, “Being again”, donde se unía Nueva York con un trasfondo romántico. El resto es para un especialista televisivo como Tom Hall y dos debutantes provenientes del mundo interpretativo como Sharon Horgan y Emmy Rossum. Una serie que ha conseguido gustar a la audiencia, con un público objetivo claro y que tendrá la suerte de poder seguir disfrutando “Modern love” por más tiempo, pues Amazon Prime ha renovado una temporada más, Seguimos prefiriendo “Cuatro bodas y un funeral”, incluso “Love actually”, pero este nuevo proyecto se deja ver, tiene unas cuantos momentos destacados, guiones solventes y una “dosis de azúcar” que resulta tolerable.
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