Tras esa horrenda portada se encuentra el disco de los bien ponderados WILCO que se titula, debe ser irónicamente , ODE TO JOY .
Comprendo que es extremadamente complicado alcanzar el status de banda mítica y no sentir vértigo, y que el peso del nombre sea una carga, pero Jeff Tweedy es un hombre con ingenio como ha demostrado por cuanto supo él solito reinventar un genero como el de la americana y crear algo con sello propio por lo que bien debería saber llevar el peso de su historia ; ahora bien una cosa es tener «ingenio» y otra pasarse de ingenioso, pues vuelve a jugar a con esa apariencia indie de sus buenos tiempos con sus ruiditos , cachivaches y la adición de notas pop para volver atraer al oyente olvidándose de lo primordial que son las canciones.
Ode To Joy es una colección de temas de corte medio tiempo insustanciales que se escuchan como un mantra sin apenas momentos de emoción alguna dónde Tweedy se empeña en cantar como si fuese un niñito tímido, sin apenas escalas ni tonos. Desde luego es un disco que no molesta ni incomoda sólo que pasa totalmente desapercibido, algo que es mortal a mi juicio para una banda como Wilco cuya seña de identidad era que golpeaba tus sentidos siendo evidente por el paso del tiempo que el grupo se va difuminando poco a poco por el cada vez a mi juicio cansino ingenio de su líder.
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