Metallica nos ha regalado esta tercera incursión cinematográfica con motivo de la celebración del vigésimo aniversario de la publicación de S&M (1999), un álbum que voló las mentes de fanáticos y no fanáticos de la banda por su originalidad. Ciertamente, no se trataba de la primera banda de rock o metal que lanzaba un trabajo tocando con una orquesta sinfónica, pero sí la primera que conseguía que la esencia oscura y agresiva de sus temas se fusionara con la tradición sinfónica.
Conseguir entradas para los dos conciertos que la banda dio los días 6 y 8 de septiembre de 2019 para la grabación de S&M² en San Francisco era, sencillamente, misión imposible. Conscientes de ello, la grabación de este proyecto ya estaba pensada para editarse en forma de documental musical y proyectarse en los cines de todo el mundo únicamente el pasado miércoles 9 de octubre.
Después de la presentación del proyecto benéfico “All within my hands” fundada por los propios miembros de Metallica, la cinta prosigue con una pequeña parte documental en la que James, Kirk, Lars y Roberto explican los motivos para realizar una secuela de S&M. Esencialmente, confluyen la celebración de los 20 años del álbum junto con la idea de versionar con orquesta sinfónica nuevos temas de la banda desde entonces y, sobre todo, la idea de conseguir esta vez tener un control más personal y pormenorizado de la fusión sinfónica con los temas de la banda. En este punto de la cinta los miembros de la banda se muestran agradecidos con el trabajo de Michael Kamen en S&M, pero plantean la falta de diálogo entre las partes y el hecho de que sólo Kamen decidiera el planteamiento sinfónico en los temas de Metallica. De modo que esta segunda incursión sinfónica ha dado mucho trabajo a los californianos, pero el resultado es mucho más personal e intimista. También el escenario y la producción de esta segunda experiencia sinfónica hacen gala de la voluntad de personalizar y, de algún modo, democratizar la experiencia anterior. No son así gratuitos el escenario circular, en el que los miembros de la banda se alternan para encontrarse con el público, ni las pantallas circulares que se desprenden del techo del Chase center.
La siguiente parte de la película es ya la proyección de la selección de los temas grabados en los dos conciertos de San Francisco en septiembre. Ésta goza de tan buena edición que parece ser un solo concierto, del cual se distinguen dos partes claramente diferenciadas: por un lado, una primera en la que la banda y la orquesta sinfónica tocan juntos temas de Metallica; y por otro lado, una segunda parte mucho más experimental en la que se suceden muchas sorpresas como partes únicamente sinfónicas pero con un claro matiz siniestro como la pieza “Scythian suite”, el solo coral de James Hetfield con la sinfónica en el tema “The Unforgiven III”, la adaptación acústico-sinfónica del tema “All within my hands” y, ante todo, lo que creo que es la mayor y más emocionante sorpresa para los espectadores: el valiente y merecido homenaje con “(Anesthesia) Pulling Teeth” que Scott Pingel de la sinfónica hace a Cliff Burton, el singular ex-bajista fallecido de la banda.
Esta última parte cierra con algunos de los temas más arrolladores y míticos de la banda como “Enter Sandman”, “Nothing else matters” y “Master of puppets”. El setlist de esta aventura mejorada de casi tres horas es el siguiente:
Primera parte
- La interpretación en directo de The Ecstasy Of Gold (por descontado)
- The Call of Ktulu (tema que también abrió S&M)
- For whom the bell tolls
- The day that never comes
- The memory remains
- Confusion
- Moth into flame
- The outlaw torn
- No leaf clover
- Halo on fire
Segunda parte
- Scythian suite, op. 20 (pieza únicamente sinfónica)
- Iron foundry
- The Unforgiven III
- All within my hands
- (Anesthesia) Pulling teeth
- Wherever I may roam
- One
- Master of puppets
- Nothing else matters
- Enter sandman
La película muestra en diversas ocasiones el disfrute del público con el gran sentido del humor de Ulrich, el enorme respeto de la banda por la música clásica y la sinfónica de San Francisco y, ante todo, a un sublime James Hetfield liderando enérgicamente el escenario, algo que sorprende bastante si se tiene en cuenta que tan sólo 20 días después de los conciertos de la película, Hetfield ingresó en un centro de desintoxicación para tratar su adicción al alcohol y la banda suspendió la gira que iba a realizar por Oceanía este otoño. A pesar de todo, S&M² demuestra que la banda, como el buen vino, no solo se conserva, sino que gana mucho con el tiempo.
En definitiva, en comparación con los dos primeros intentos, esta tercera película consigue capturar mucho mejor la calidad, compenetración y esencia de la banda en directo. De hecho, el visionado de S&M² suscita la duda de si el argumento expuesto en Rachel, Jack and Ashley too, el tercer episodio de la quinta temporada de la serie Black Mirror, es en realidad una profecía: ¿habrá en el futuro muchos más “conciertos cinematográficos” como éste? Los más románticos negarán la posibilidad, pero lo cierto es que la banda toca en un solo lugar y llega a todo el mundo lo cual es mucho más económico (tanto para el espectador como para la banda y la discográfica), el espectador está más cómodo y se ve e incluso se escucha mejor y con más detalle que en directo. En cualquier caso, S&M² desde luego ha sentado un claro precedente.
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