«Origen» es el primer larga duración de los onubenses Anima Trece e incido en lo de larga, porque son nada más y nada menos que catorce canciones (una de ellas la intro de rigor) condensadas en 70 minutos aproximadamente. Un disco que navega entre el heavy metal y el hard rock de corte tradicional junto a elementos progresivos y en la parte vocal se pueden encontrar influencias del metal hispano de finales del siglo pasado e inicios de este que tan bien representaron Sober. Lo de las intro ya se ha convertido en algo personal, cada vez puedo menos con ellas y me parecen menos necesarias, pero claro eso no deja de ser una fobia de este que escribe, así que pasaremos por alto ese detalle para centrarme en lo que realmente importa, las canciones que componen este «Origen». ¿Qué podemos encontrar dentro de este disco editado por The Fish Factory?. En principio muy buenas ideas y unos desarrollos de las canciones bastante interesantes además de un trabajo de guitarras destacable que sin resaltar excesivamente se convierte en muy importante para el desarrollo del disco.

Quizás el problema es que el disco se hace un poco largo. En mi parecer excede de duración y a veces adolece de fuerza lo que puede llevar a pensar que uno se encuentra con momentos donde resulta lineal, por no romper en ciertos instantes. No tienen miedo a introducir ciertos elementos electrónicos en algunas canciones -momentos puntuales, que nadie salga corriendo porque el heavy metal es el hilo conductor de este «Origen»- y además muestran muy buenas maneras por ejemplo en el medio tiempo «En un lugar» en el que muestran a las bravas que son capaces de enfrentarse y salir victoriosos con distintos registros. «Origen» es un buen disco que les debe servir para introducir los pies en este complicado mundo y también para aprender de él e ir limando aristas que pueden devaluar unas ideas como las que manejan que tienen muy buena pinta.

ANIMA TRECE – Origen

by: Carlos tizon

by: Carlos tizon

Licenciado en el arte de apoyar el codo en la barra de bar. Comencé la carrera de la vida y me perdí por el camino, dándome de bruces con el rock and roll. Como no pude ser una rock star, ahora desnudo mi alma cual decadente stripper de medio pelo en mi blog, Motel Bourbon.

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