Está claro que a veces descubres bandas que en su primer disco te tiran de espaldas, pocas pero ocurre. Pero también por desgracia muchas no mantienen el nivel o simplemente no aguantan la presión y terminan siendo pasto de la memoria o el olvido según el caso. Por eso es importante el tipo de grupos que va progresando disco a disco, aunque su paso sea más lento termina siendo más seguro y por supuesto constante y duradero. Ese es el caso de Sonotones cuya progresión se va notando con cada disco que nos ponen frente a las narices. La agresividad y la mala leche se ha convertido en seña de identidad pero la sensación de que van creciendo día a día está ahí a cada momento, a cada surco. Este «El juego terminó» es ya el octavo disco de Sonotones y a través de Maldito Records lo tenemos en nuestras manos para disfrute del personal entre los que me incluyo. El disco ha sido grabado en los Sandman Studios por Carlos Santos y mezclado y masterizado nada más y nada menos que en los Fredman Studios por Fredrik Nordström, que lo ha dotado de una potencia descomunal.
El disco lo abre la canción que da nombre al disco con una base rítimica fuerte unas guitarras con un riff marcado y esa melodía a ratos a lo Reincidente. Disparan con bala en «Idiota», la letra no deja duda alguna de sus intenciones todo ello aderezado con un riff brutal y la colaboración de Chechu de Aphonnic. Cambian de tercio para dejarnos con «El veneno está en la piel» donde las guitarras giran hacia ese tipo de rock alternativo que facturan Sober mientras la melodía de voz se torna más melódica. «Borregos» es más directa, con estribillo durísimo y oscuro. «A todo gas» se vuelve ràpida y melódica, propicia para no parar de botar en directo. Para «Sin palabras» colabora Mart de Estirpe y nos dejan una canción fabulosa, una especie de épico medio tiempo. «Rescátame» con Jorge de Konsumo Respeto recupera la potencia inicial a base de riff así como las hechuras más punk. «Nada que hacer» tiene cierto rollo Reincidentes con un par de puntos más de potencia. «A punto de caer» y «Ninguna bandera» ponen punto y final a este nuevo disco de Sonotones que siguen por su vía dejando atrás estaciones. «El juego terminó» es un disco compacto, fuerte, tanto en música como lírica.
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