Puedo decir tranquilo, sin miedo a equivocarme que no tengo duda alguna de que Los Brazos es una de las bandas más en forma del rock and roll patrio, y no acepto lo que de que posiblemente sea una apreciación personal, solo hay que ver los comentarios de los medios y la gente para saber por donde se mueve este power trio. He disfrutado como un cosaco de sus tres discos de estudio, desde aquel inicial disco de covers, pasando por «Welcome to Los Brazos» y por supuesto el aclamado «Gas» que les dio el empujón necesario para subir de división en este complicado mundo. Los Brazos son una banda de directo, las crónicas lo repiten hasta la saciedad así que el disco en directo tenía que llegar más pronto que tarde y la banda ha decidido retratar buena parte de esta gira presentando «Gas» durante dos años, grabando 17 canciones en 17 escenarios diferentes, dejando patente una buena muestra de lo que han sido estos dos años de carretera, manta y grandes canciones.
Han incluido el disco «Gas» completo, aderezado con canciones del disco anterior y una versión escondida del «Stand by me». El disco es puro Los Brazos, es decir, tres cabronazos tocando rock and roll a volumen alto y lleno de feeling de norte a sur, de Bilbao a Jaén. Sin artificios ni engaños, ni les hace falta ni los necesitan, aquí lo que vale son las canciones y en eso Los Brazos son apuesta segura. Desde la inicial «Have mercy» grabada sobre el escenario del Azkena construyen una fotografía sonora de su paso por el Rolling Custom Fest de Plasencia, el Back to School Fest de Ibiza, el Garage Sound Fest, Frank Rock & Blues Fest (Jaén), Rock in Rio Tea Fest (Pontevedra) y salas como Santana 27, Helldorado, Satélite T, The Green Irish Pub, Factoría cultural, La Carbonera, Bikini, Bilborock, Sala Son o Kafe Antzokia, donde aquellos que han acudido como congregación a sus directos han podido dar fe del potencial de Los Brazos.
Disco para disfrutar hasta la saciedad (que nunca llega, porque nunca te cansan) a solas, con colegas, en el coche o el garito de turno. Enfría las cervezas, sube el volumen y deja que suenen canciones como «Fearless woman», «Say my name» o la solidaria «Magic» en un viaje del rock al blues y viceversa, en un contrato indefinido con el rock firmado con sangre en algún polvoriento cruce de caminos. Amigos, larga vida a Los Brazos.
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