Dunkelmind nace en 2011 con el metal sinfónico como referencia para intentar dejar marcada su huella en este complicado mundo del metal. Tras varios cambios en la formación, el pan nuestro de cada día en casi todas las bandas, en 2013 graban su primer e.p. Cinco canciones que formaría la primera parte de «Memory». Continuan los cambios, idas y venidas, así que ahora en 2018 se presentan con nuevo ep bajo el brazo, «Memory II» y formación estable, compuesta por Edu Vazquez a la voz, Andrés LG a las guitarras, Ali M. Rivero a los teclados, Raúl Villameytide al bajo y Javi P. Wände a la batería. Este nuevo e.p, por temas nuevos no por duración, ya que está compuesto por cinco canciones nuevas (una es una intro) y las cinco anteriores que estaban en su primer lanzamiento, vuelve a colocar su nombre entre los seguidores del estilo.
El estilo se abre con la típica intro, lo siento, se que este tipo de composiciones forman parte del metal sinfónico (y no solo de él), pero a mi me cansan un poco, aunque seguro que a muchos les pondrá en ambiente antes de que comience a sonar «The day» y vayamos directos al turrón, a ver como se defiende el grupo, y vaya, enlazando con el sonido sinfónico de la pieza inicial, ese riff nos pone en circunstancias, elementos progresivos y muchísimo protagonismo del teclado. «Memory of you» se mueve en unos parámetros más próximos al power metal europeo, con un interesante riff y esos incesantes teclados. «Life» es una composición en la que demuestran el poder que atesoran, cambiando de registro, asombra la versatilidad vocal y musicalmente es posiblemente la mejor canción de todo el ep.
«Redemption» es la última de las nuevas canciones de «Memory II». Comienzo de calma que se ve interrumpida con la entrada del riff, y una gran parte la del estribillo, en la que la voz engrandence la solemnidad de la canción. Una banda con muy buenas ideas, que tienen ahí sobre la mesa y que saben perfectamente como desarrollarlas. Un pero, el sonido, la producción. Este disco pide a gritos una producción en la que destaquen todos esos cambios, ese sonido amplio y el disco suena a veces apagado y creo que la gran perjudicada es la guitarra, que hace un trabajo brutal al que la producción no hace justicia, una lástima, es algo que tienen que tener en cuenta. Ya puestos, escuchando «Memory» ya que a fin de cuentas, forma también parte de este «Memory II» te das cuenta de lo bien que han ido evolucionando, sobre todo la voz de Edu. Mimbres tienen de sobra, y este paso adelante debe de servirles para seguir luchando bien fuerte.
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