Podría decir que era apuesta segura. Reconozco que tenía cierta noción de lo que se nos venía encima con lo nuevo de The Dry Mouths ya que la banda había estado adelantando canciones para nuestro deleite, dicho sea de paso. Los de Almería no son una banda al uso en cuanto a sonido se refiere. Hace mucho que decidieron alejarse del camino de baldosas amarillas y sellar su propio destino a base de un elaborado sonido del que pueden llamarse orgullosamente dueños. En su estanque musical particular desembocan riadas de un stoner alejado de su faceta más dura en cuanto instrumentación pero no en las atmósferas en si, junto a esa herencia del sonido de los 90 y todos aquellos aderezos que han ido sabiamente añadiendo al coctel molotov en forma de canciones que nos ponen frente a los oídos con el nombre de «When the water smells of sweat», seis piezas tratadas para ser degustadas con atención para no perder detalle alguno de lo que se presenta.
The Dry Mouths han adaptado un estilo propio de entender el doom que se ve reflejado en la inicial «Low clouds» junto a esas influencias del rock de los noventa que comentaba al principio y que se hacen más evidentes aún en «Catalonian Cream», que me recuerda por momentos los tiempos más inspirados y menos comerciales de Smashing Pumpkins, junto a una base rítmica poderosa que entronca con esa definición sui generis de los sonidos desérticos que los de Almería añaden a su música. «The whip» podría entrar en la misma definición que la anterior. Destaca la riqueza instrumental que aportan The Dry Mouths, aderezando las canciones, obviando la desnudez de estas. La canción que da nombre al disco, «When the water smells of sweat», un instrumental de altas atmósferas que transcurre veloz para desembocar en «This could be the befinning of a beautiful friendship», medio tiempo de largo título y cuidadas melodías, donde la guitarra afronta el protagonismo junto al gran (durante toda la grabación, sea dicho) trabajo vocal.
Cierra el disco la monumental, en todos los sentidos, «Doomental VI: Law far low par» con sus aires psicodélicos, su sabor a desierto almeriense, sus sonidos pesados de bases contundentes, seis minutos de gloria propia. Grandísimo trabajo de Christ O. Rodriguez, Andy Reyes y Josh Morales que siguen caminando con paso fuerte para coronarse como una de las bandas más interesantes del panorama estatal. Ah, y no quiero olvidarme de esa fantástica portada obra de Iván Carreño.
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