Parece mentira, que a día de hoy se conozca musicalmente a nuestro país vecino sólo por Johnny Hallyday, Edith Piaff, France Gall, Françoise Hardy y Daft Punk y poquito más…Ya me encargué hace un tiempo de una lista con algunos discos «obligatorios» del panorama rock francés. Ahora me toca reivindicar alto y claro a una pareja que nos llega de Perpignan y que hace ya tiempo está dando de hablar al otro lado de los Pirineos. Se trata de un duo tanto musical como en la vida privada que se hacen llamar The Limiñanas. Lionel y Marie facturan un psycho Garage en el que ambos derrochan personalidad y carisma a raudales y los siento auténticos al 100%.
Sus canciones cuentan casi siempre algo relacionado con sus propias vivencias, muchas veces en un tono oscuro, sobre todo con su segundo álbum, como por ejemplo cuando fueron a Haití para adoptar un hijo y les sorprendió el terrible terremoto, por lo que esas historias las canalizan con sus canciones para expulsar el dolor fuera. Ya son cinco álbumes y siete años los que llevan con este proyecto y con «Shadow People». En su nuevo disco continúan con esa mezcla lírica y oscura interpretada con sonido brutal que combina tanto a la Velvet Underground con Nick Cave, Phil Spector, con algún toque cinematográfico sin olvidarse de sonidos surf rock y/o noise. La filosofía de hablar de las vicisitudes de la vida como el crimen, las drogas, los asesinatos , suicidios , etc…. es el pan de cada día para esta pareja que han contado con participaciones de otros músicos a lo largo de sus discos como Pascal Comelade, Anton Newcombe y Peter Hook.
El grupo fue invitado por Jack White a tocar en su estudio, sus discos son muy apreciados en el circuito underground de E.E.U.U. Cantan en francés e inglés, etc… Y aunque muchos enseguida dirán que al ser pareja y únicos miembros de la banda, son una copia de los White Stripes de Jack White o del duo que forman Dean Wareham y Britta Phillips, que también son pareja artística y sentimental, se equivocan de pleno. Esta pareja factura algo fresco, nuevo, con muchas influencias completamente dispares, no haciéndole ascos a los cortes instrumentales, adentrándose tanto en la oscuridad mas acongojante como en la luz mas cegadora y revitalizante, y sobre todo es que no necesitarás entender francés para amar esta banda. No es «chanson» donde todo el peso recae sobre los textos, es música.
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