Aún a riesgo de equivocarme, creo que si hay un estilo o género dentro del metal que posee los fans más acérrimos e incondicionales es el thrash metal. Además ha entrado en una dinámica, en la que no solo las grandes bandas siguen brillando a un gran nivel, sino que vemos reuniones de otras en uno o dos escalones por debajo que también cumplen con brillantez, y además hay que sumar una serie de generaciones que se ha ido uniendo sin perder comba y reclamando su parte, gracias a sus buenos trabajos. Nuestro país no se queda atrás, es más, posiblemente estos últimos tiempos estén dando luz a una serie de grupos que están haciendo que el thrash metal viva un momento realmente dulce dentro de nuestras fronteras y ha demostrado ser exportable sin ningún tipo de complejo y culpa. Este podría ser el caso sin lugar a dudas de los barceloneses No Amnesty, a los que se les ha resistido su primer larga duración, después de que hayan pasado ya cuatro años desde que lanzaran su primer ep, cuatro años para que por fin este «Psychopathy» esté entre nosotros.
Su sonido, aunque navega por los terrenos del thrash más clásicos (tengo un gran amigo y todo un jefazo en el mundo del thrash metal que odia el término old school, así que no lo voy a utilizar, pero ya sabéis por donde andan los tiros) aunque No Amnesty le incluyen un punto de velocidad y agresividad extra. El disco se abre con «NOTLD», raudo y directo, con un riff impactante y un solo de guitarra efectivo. En «Among the blind» toma presencia el bajo, la batería marca perfectamente los tiempos sin dar opción a la tregua y destaca la voz. Destaca el riff de «Evil priest», realmente las guitarras están a un gran nivel durante todo el disco. Furioso y técnico, un estribillo matador, grandísima canción con un trabajo instrumental enorme. Dos minutos de calma con la instrumental «The prophecy» que dan paso a un nuevo ataque frontal llamado «Fight below the fire», una de esas canciones a las que no les gusta hacer prisioneros y que en directo debe ser un autentico cañón.
Ojo al riff de «Snake eyes», a esa batería cortante, espectacular durante todo el disco, ese cambio de tempo… ¡enorme!. «Eternal night» comienza a base de apergios que nos van conduciendo al riff, que se aleja un poco del sonido más thrash del disco para ahondar en el heavy metal más clásico. Vuelven la tralla con «Toxic world» y su fantástico solo, para cerrar el disco con «Time to bleed», que nos hace pensar que estos No Amnesty tienen ante si un futuro brillantísimo. Gran trabajo, si señor.
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