Pasamos al poema número XI de la serie, Las Flores del Mal de Charles Baudelaire, El de la mala suerte. Otro corto poema en el que se refleja una especie de cifra negra sociológica, formada por todos aquellos olvidados, cuya tristeza se pierde en la dimensión del silencio más profundo. Un símil relacionado nuevamente con la existencia de la flor, que se deshace con el tiempo en su callado perfume.
LAS FLORES DEL MAL – CHARLES BAUDELAIRE
LE GUIGNON
Pour soulever un poids si lourd,
Sisyphe, il faudrait ton courage !
Bien qu’on ait du cœur à l’ouvrage,
L’Art est long et le Temps est court.
Loin des sépultures célèbres,
Vers un cimetière isolé,
Mon cœur, comme un tambour voilé,
Va battant des marches funèbres.
— Maint joyau dort enseveli
Dans les ténèbres et l’oubli,
Bien loin des pioches et des sondes ;
Mainte fleur épanche à regret
Son parfum doux comme un secret
Dans les solitudes profondes.
EL DE LA MALA SUERTE
Para levantar una carga tan pesada
Sísifo, ¡se necesita tu coraje!
aunque se ponga amor a la obra,
el Arte es largo y el Tiempo breve
Lejos de célebres entierros,
alrededor de un cementerio solitario,
mi corazón, como un tambor oculto,
va al paso firme de las marchas fúnebres
— Muchas joyas duermen enterradas
en la oscuridad y el olvido,
tan alejadas de los picos y las sondas;
Cuánta flor desperdicia a mi pesar
su dulce perfume, como un secreto
en las soledades profundas.
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