Coches, motos, comida y Rock and Roll , cuatro ingredientes que son icónicos en el nacimiento y desarrollo de la rebelión juvenil allá por los años 50 y 60 , y que al final permitieron el auge de una cultura al margen de las reglas impuestas por los mass media. Dichos cuatro ingredientes se dieron cita en el festival celebrado estos días en la pequeña localidad coruñesa de Miño, en cuyo apartado musical se dieron cita un buen número de bandas que constituyeron la banda sonora del evento, amén de los rugidos de los motores, obviamente. Por motivos laborales sólo he podido acudir a la cita del Sábado, cuyo cartel amparaba a dos maquinas de crear rugidos de rock and roll , unos batallando desde los años 80 , The Godfathers y los otros aún bajo otras denominaciones desde los años 90 Imperial State Electric . Una pena mi ausencia del día anterior pues por lo comentado, los veteranos de la escena punk / New Wave Eddie and The Hot Rods se marcaron un set de esos que hacen época, por lo cual, lloraremos la oportunidad pérdida y esperemos que la suerte nos de una segunda oportunidad.
Para calentar el ambiente un grupo local Bellychains con muchas versiones de clásicos del rock y unos portugueses D30 cumplidores con sonidos de rock clásico, a los cuales, ya a la caída del sol dieron paso a THE GODFATHERS, leyendas desde que en los años 80 con sus guitarras y sonidos nacidos entre el punk y la new wave, martillearon nuestros oídos en enormes lps como hit By hit o Birth School Work and Dead que hasta llegaron a tener un meritorio triunfo comercial en nuestro país . Peter Coyne , cada vez más parecido a un ganster de los años 50 , cruce de Bogart y James Cagney, no dio sosiego con su fiereza vocal mientras desgranaba buena parte de sus celebrados hits como «Cause I Said So» ( apertura del evento ) «Birth School Work and Death» , «Love is Dead», «Walking Talking Johhny Cash Blues», «This Damn Nation,» «I want everything». I’m Unsatisfied … y una batería de las canciones de su fenomenal nuevo trabajo A Big Bad Beautiful Noise , como la que le da titulo «Till My Heart Stop Beating», o «Let’s Get Higher», mostrando que no necesitan rememorar tiempos de gloria ya que siguen facturando amenazante y desafiante rock and roll de entrañas . Un recuerdo a los Ramones y su «Blitzkrieg Bop» puso broche final a un excelente pase y dejó al público en perfecto estado de revista para Nicke Andersson y compañía.
Es obvio que los Hellacopters eran o son una banda enorme, pero la banda de Nicke IMPERIAL STATE ELECTRIC dispone de un arma mortal para ganar cualquier batalla , una formidable inspiración melódica, eso les permite una conexión con el público excelsa en perfecta sintonía y comunión como demostraron hasta bien entrada la madrugada en su extenso show. Imperial State Electric disponen de todos los argumentos para convencer y dejarte extasiado: tablas, posibilidad de tres voces, irresistibles canciones con gancho y una puesta en escena imbatible que hace las delicias de cualquier reportero gráfico (impagables las instantáneas rockeras de Nicke como frontman y su banda ). El set resultó demoledor con todos o casi de los temas que les han convertido en una imparable maquina , «Deja Vu», «Just Let Me Now», «All Through The Night», «Empire of Fire», «It aint What you think», «Guard Down», «Over and Over Again», «Anywhere Loud»… y un» Reptile Rain» enorme como final set regular . Para los bises se dejaron una bestial traca que empezó con un homenaje biker con un descomunal «Born to Be Wild» de los Steppenwolf, para proseguir con «Sonic Reducer», «I´ll Let You Down», o el «Fortunate Son» de la Creedence . En definitiva tras lo expuesto y bajo el amparo de 80.000 vatios de sonido, sólo cabe calificar a los Imperial sin más palabras que la de «Apabullantes». Un verdadero espectáculo , Un descomunal show de auténtico rock and roll lo ofrecido por Imperial State Electric en esas dos horas de ensueño . Vinieron, Vieron y Vencieron , imperiales Nicke y los suyos.
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