La semana pasada leí otra noticia más sobre un músico, Robe Iniesta, que se quejaba y prohibía en sus directos el uso de los móviles para hacer fotos o grabar vídeos. Así se suma a las quejas de otros artistas como Adele que llegó a parar un concierto para llamar la atención a un fan, en esa onda esta Alicia Keys que envió a la seguridad para expulsar a un cazador de imágenes, también Jack White o King Crimson que directamente no dejan que en sus conciertos se grabe nada, Slipknot llegó a arrojar al suelo el móvil de un fan que estaba en primera fila distraído viendo las imágenes que acababa de grabar. Glenn Danzig empezó a provocar a una multitud sobre un espectador que estaba grabando. Bono comento que la forma de captar el momento con sus dispositivos no encajaba con sus directos, o Peter Framptom solicitó a un espectador su teléfono para lanzarlo detrás del escenario. Por otro lado, tienes otros músicos como Radiohead que animan a sus fans a grabar el concierto y subirlo a Periscope.
En esto también entra el marketing y la publicidad, ya que en todos los anuncios de telefonía móvil que hablan de música, el recurso son chicos jóvenes divirtiéndose en los conciertos inmortalizando el momento, o grabando con sus móviles en alto una actuación de un artista, para hacer creer al público que eso es lo normal.
En esto ya han entrado las empresas tecnológicas, ellas saben la controversia que se está generando en cada directo al ver esa maraña de pantallas encendidas con los brazos en alto y quieren que cada vez se reduzcan esas grabaciones. El gigante de la manzana ha patentado un sistema para que sus dispositivos dejen de grabar, si un grupo o artista lo solicita, solamente tendría el promotor que activarlo para que los dispositivos se activen y se inutilice la cámara, ¡no tardaremos mucho tiempo en verlos!
En otros ámbitos como pueden ser los cines o teatros, ya hay sistemas de inhibidores para que no funcionen los celulares y es posible que ese sea el camino para los conciertos.
Lo que es evidente, es que la mayoría de festivales y directos tienes a un grupo de personas que como si fueran realizadores de cine o televisión, dedican una gran parte del concierto a grabar con el móvil levantado para tener el momento en sus dispositivos, sin pensar en las personas que están a sus espaldas, aparte que es muy posible que, al estar concentrado en realizar su vídeo, no esté pendiente de lo que sucede encima del escenario. Todos hemos inmortalizados a un grupo o hemos grabado un vídeo, pero algo corto y el dispositivo rápidamente vuelve al bolsillo o al bolso, pero la educación en el acto se ve por el tiempo de grabación o las veces que lo hace cada persona.
Los que ya tenemos una edad y hemos vivido los conciertos sin tecnología, disfrutábamos antes de la música en directo de diferente forma, cantábamos, nos emocionábamos con nuestra pareja o amigos catando juntos, o bien abrazándonos en los momentos más emotivos, ahora ese paso se ha perdido, ya que en bastantes eventos, ves a parejas grabando la canción principal del artista e inmediatamente enseñándoselo, como si esa persona no lo hubiese visto dos segundos antes, lo normal es que acto seguido lo suban a las redes sociales y ser el más “cool” y presumir del instante.
El otro dilema es, ¿esa persona con el brazo en alto grabando con el móvil es consciente que detrás de él, tiene a muchas personas que durante 2 o 3 minutos no quieren ver el vídeo que está grabando, si no el concierto?
Lo que está claro es que estos Glory´s Hunter´s de conciertos, viven de la inmediatez del momento para plasmar sus vídeos en redes sociales, el otro día viendo a G&R, con el tema icónico de la banda; “Sweet Child O Mine”, tenías tantos móviles en alza que casi no podías ver las pantallas de más de 10 metros. entre tanto brazo y dispositivos. Esto mismo se puede extrapolar a ACDC, Muse, Metallica o cualquier grupo top que tenga temas icónicos.
Me imagino que los cazadores de instantes tienen los días contados viendo la cantidad de grupos y artistas que abogan por tener el móvil guardado en el bolsillo, aunque mientras tanto, si tu trabajo frustrado ha sido el de realizador de vídeo, intenta no incomodar a la gente que quiere disfrutar de un directo y no ver la pantalla de un móvil cada poco tiempo del espectáculo, por no hablar del remate que es ir con la tableta portátil. Y eso por no hablar de la ínfima calidad de dichas grabaciones, con mal sonido, en muchos casos filmados de forma horizontal (un vídeo no es una cámara de fotos) y sin parar de moverse. Imagino que después de mostrárselo a sus familiares y amigos y subirlo a su red social favorita los borrarán, pues pasada esa inmediatez, ¿quién demonios va a querer ver ese triste remedo de aspirante a realizador de videoclips?
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