Cracker debe ser una de las bandas más infravaloradas del mundo. Aun con ello, prácticamente llenaron una sala El Sol con todo en contra: miércoles, apertura de puertas a las 22:00 y día de fútbol. La banda hizo lo propio: dar todo de sí, como acostumbran, aun arrastrando cansancio de una exigente gira por el país, pues ya no son chavales.
El comienzo (¿anti?)climático, a tres guitarras -Lowery, Hickman y Pistol a la pedal steel-, tan inesperado como emocionante, les fue suficiente para meterse al público en el bolsillo. Ni poses ni discursos: tres emocionantes temas en su versión más intimista, sonido pulcro y voces armoniosas. Lowery entonando «Almond Grove» con los ojos cerrados, Hickman punteando con delicadeza, y Pistol apoyando con preciosos fraseos. Un puñetazo sobre la mesa: «somos Cracker y esto es lo que se nos da bien».
Lo siguiente sería cantar en comunión «The Golden Age», con las emociones al punto de ebullición, para atacar a continuación con una destructiva «Teen Angst (What the World Needs Now)». A los veinte minutos ya habían arrasado. El grupo es pura cohesión, una maquinaria imparable con un repertorio grandioso al que siempre se le pueden pedir ausencias y, aun así, irreprochable.
A pesar de que el cansancio era evidente en la actitud de Hickman, el tipo tocó con cariño cada nota, al igual que cantó con soltura «California Country Boy». No pudimos disfrutar de su magnetismo en escena, pero sí de su arte, su sonido de guitarra único y de algún agradecimiento con el puño en el pecho. A Lowery también le pesaban los días de carretera. Sin medir las estrofas, su voz quebró en más de una ocasión, algo que, curiosamente, le añadió al show más capas de autenticidad. Las cosas no se hacen a medias.
Los minutos pasaban volando a través de medios tiempos y clásicos alternativos como «Low» y «I want everything», en los que el público formó piña vocal eclipsando a los protagonistas durante los estribillos. Momentos de unión entre banda y el puñado de fans que todos buscamos cuando damos todo por acudir a eventos como este. El culmen, como era de esperar, ocurrió con «Euro-Trash Girl», con toda la banda cantando a coro ese aletargado estribillo que tanto se hace esperar.
De repente, la banda se despide a toda prisa y vuelven, sin haber pasado 30 segundos, para tocar «One Fine Day». Algo va mal, pues vuelven a decir adiós. Empleados de la sala suben al escenario y gesticulan «corta, corta» hacia la posición del técnico. El público, enfurecido, clama por más. La banda, obligada, sale a toda prisa a tocar «Time machine», uno de sus temas más rápidos para ponerle fin al concierto a las 23:55 tras 85 minutos de excelencia.
Por alguna razón que aun desconozco gracias a las escasas\nulas explicaciones de la sala, en comparación al resto de conciertos de la gira, en Madrid nos tuvimos que conformar con tres cuartos del show. Qué tres cuartos, maravillosos, pero qué difíciles de aceptar con expectativas de concierto completo. Deseando, desde ya, desquitarnos con su siguiente visita.
Setlist de Cracker en Madrid
Dr. Bernice
Been Around the World
Almond Grove
The Golden Age
Teen Angst (What the World Needs Now)
California Country Boy
Wedding Day
Low
I Want Everything
Mr Wrong
Sweet Potato
This Is Cracker Soul
Euro-Trash Girl
Take The Skinheads Bowling
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One Fine Day
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Time Machine
Yo estuve allí y fue grandioso y super emotivo, sobre todo cuando Johnny salio en el segundo bis y me dio un apretón de manos como nadie me lo ha dado nunca en la vida. Estos tíos son unos Artistas de los pies a la cabeza y lo demuestran cada segundo de su actuación. He estado en muchísimos conciertos y para mi están Cracker y a continuación los demás. Espero que no tarden mucho en volver y que, esta vez, la sala se comporte de una forma mas profesional y educada (en la gira anterior estuvieron tocando dos horas y termino a la una de la madrugada). CRACKER FOREVER!!!!!