La noticia de que el nuevo disco de Unruly Child, una de las bandas de rock melódico referencia, iba a ser grabado por la formación original, creó en muchos esa sensación de estar deseando tenerlo en tus manos. A estas alturas, hablar a alguien de la voz de Marcia Free no debería ser necesario, ni del resto de la banda, por supuesto, ahora que se cumplen 25 años desde su aclamado disco debut, que todos los que disfrutamos con este tipo de música hemos escuchado durante este cuarto de siglo más de una vez. «Can`t go home», como no podía ser de otra manera, es un continuo bombardeo de melodías, canciones milimetradas en las que no se dejan detalles sueltos. 25 años después, la voz de Marcia sigue siendo el buque insignia, ese salvavidas al que agarrarse para dejarse llevar por la corriente en forma de canciones que se dan cita en este correcto disco. La inicial «The only one» es de manual, una guitarra comedida pero imponente, las teclas como protagonistas y la voz haciéndonos disfrutar en exceso.
Fantáticos coros los de «Four eleven» en una pieza de a.o.r. de muchísima calidad, con la voz en primer plano. «Driving into the future» no se aparta del camino, teclados dejando huella, una guitarra excelente y un estribillo para enmarcar. «Get on top» usa esos apergios de guitarra tan característicos, y fuerza contenida en el estribillo. «See if she floats» engancha a la primera, porque hay que decir, y recalcar que el trabajo de Bruce Gowdy durante todo el disco es impresionante, sus guitarras son parte fundamental del sonido que consiguen. «She can’t go home» es una intimista balada, pero que a nivel personal, en un estilo donde se encuadran auténticos baladones, no pasa de quedar correcta. «Point of view» se aleja un poco de la dinámica sonora de toda la grabación, en la parte instrumental, incluso mostrándose las guitarras más poderosas.
«Ice cold sunshine» no me termina de convencer, no es que sea una mala canción, pero a una banda como esta, con esas partes que no parecen ir con el resto de la canción. «When love is here» gusta, queda bien, pero tampoco me parece a la altura de lo que se presupone a esta gente. Recuperan la buena forma con «Sunlit sky», y el punto final lo pone «Someday somehow», más hard rocker, con unas guitarras fabulosas. «Can’t go home» no es un mal disco, pero quizás a mi no me ha pillado en el mejor momento o mis expectativas eran más altas, porque siendo como digo, un disco correcto, creo que esta gente son capaces de brillar por luz propia y no producir un disco que se puede emparenta facilmente con muchos de los que pueblan mis estanterías.
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