El problema de la directora catalana Isabel Coixet es que siempre ha intentado ser ser tan trascendente y tan profunda (o tan guay) que se queda en el mero vacío argumental. Intenta transmitir tanto con tan poco que al final sólo consigue aburrirnos. Se centra en la belleza formal y se olvida de la narración. Vamos, que le preocupa más el envoltorio que el contenido. Se cree tan moderna y tan alternativa con sus gafas de pasta que se olvida de que sus pelis las van a ver otros.
Tokio, un suicidio, un poderoso hombre de negocios, un empresario español y una asesina a sueldo. Con estas premisas se podría haber hecho una buena película, desde luego. Pero Isabel Coixet no supo, o no le dió la gana, que ella es muy moderna y muy suya. Esta historia en otras manos creo que hubiera sido más que interesante, sin embargo, a Coixet le salió una peli bastante sosa y desangelada. Desde luego, visualmente es un film muy bello. Qué bonitos y vacíos resultan los planos del tráfico, los mercados, el metro o los cementerios de Tokio. Nunca entendemos las motivaciones de los personajes y la tediosa voz en off no ayuda demasiado a espantar el sopor, pero qué imágenes más bonitas. Por suerte para el espectador, la peli no es muy larga. Pero historia tiene poca y está narrada de una forma aburrida y confusa. Que muchos confunden ser moderno con aburrir al personal.
Se supone que el film tenía que emocionar (o quizás estemos buscándole tres pies al gato) con el torrente de sentimientos contenidos que explotan finalmente en una escena determinada. Dicho clímax emocional sería aquí la escena del karaoke, pero a mí ver a Sergi López destrozando el Enjoy the silence de Depeche mode me provocó vergüenza ajena más que ninguna otra cosa. Lo del karaoke le salió bien a Sofia Coppola en Lost in traslation pero a Coixet le queda una ridiculez de espanto. Ahora que lo pienso, Mapa de los sonidos de Tokio tiene más de una similitud con el film de la hija de Francis Ford Coppola.
Coixet intenta imitar el estilo oriental de paisajes, miradas y silencios pero sólo consigue hacer que miremos el reloj continuamente. A mí me recordó al estilo de Wong Kar Wai, con fotografía muy cuidada, canciones pop e interpretaciones hieráticas. Porque lo de Rinko Kichuki no se puede decir que sea otra cosa. Y mira que a mí me gusta esta chica, pero aquí transmite menos que un cerrojo oxidado, anda que no hay actrices orientales capaces de emocionar con una mirada. La verdad es que no hay quien se la crea como asesina a sueldo. Sergi López está bien, como siempre, pero con unas líneas de diálogo tan pobres es muy difícil sacar un personaje a flote. Al menos nos quedan para el recuerdo las escenas entre Kikuchi y lópez en la habitación decorada como un vagón de metro (lo mejor de la peli, sin duda).
Coixet es muy buena rodando anuncios y tiene alguna buena película pero esta vez se le subió la modernez al flequillo. Lo dicho, Mapa de los sonidos de Tokio es visualmente muy bonita, narrativamente es un tostón.
Una basura de tamaño familiar. Yo si aprecio a Coixet … a veces. Pero aqui se pasa de todo. De moderna y guay como dices tu, pero sobre todo de aburrida y de utilizar un guion hasta convertirlo en una coleccion de imagenes absurdas. Un pestiño terrible …
Totalmente de acuerdo. Un aburrimiento supino. Veo que coincidimos. Mola.