Bone tomahawk es una singular fusión entre western y cine de terror. Hay quien opina que es una mezcla de Centauros del desierto y Las colinas tienen ojos, no les falta razón. La verdad es que es una propuesta original, todo sea dicho, que me tuvo en vilo durante buena parte del metraje.
Me gustó el desconcertante inicio que nos señala por donde pueden ir los tiros. Ni dos segundos tarda el film en mostrar un asesinato a sangre fría. Empieza como un western costumbrista que incluye buena parte de los tópicos del género (el vaquero, la abnegada esposa, el sheriff, la taberna, el ayudante, los indios) pero mostrados como si de un film de terror se tratara. Ahí es cuando Bone tomahawk mejor funciona. Ya no existen los géneros puros y el mestizaje de géneros hace tiempo que se está abriendo paso en el cine moderno. Bone tomahawk es un claro ejemplo de ello.
En su debut tras las cámaras S. Craig Zahler ha sabido conjugar lo mejor de dos géneros en franca decadencia que nos han dado unas cuantas joyas en tiempos pretéritos. Como en casi todos los directores nóveles de las últimas 2 décadas, se nota cierta influencia de Tarantino en los diálogos y en la peculiar relación entre el sheriff y su ayudante. No basta con fusionar géneros aparentemente antagónicos, hay que saber hacer que la cosa cuaje y tenga sentido. Durante buena parte del metraje el film consigue inquietar y desconcertar al espectador. Buena cosa. Zahler se toma su tiempo y su film tiene un ritmo lento que puede exasperar a algunos espectadores pero que va cogiendo ritmo conforme avanza la trama. Esos planos en los que los personajes caminan de noche por el desierto son bastante inquietantes, la amenaza no se ve en ningún momento pero se intuye. Una sensación de peligro inminente invade al espectador. La verdad es que este tipo promete.
Lamentablemente, al final pierde los papeles y la tensión psicológica conseguida se desparrama en una innecesaria escena gore que nada aporta y echa por tierra buena parte de los logros del film. Supongo que al concretar la amenaza y mostrarla sin tapujos se asusta al personal pero se pierde mucha magia. La influencia de Tarantino no se deja ver únicamente en los diálogos sino también en cierta tendencia a finalizar los guiones con un baño de sangre.
Buena parte de los logros del film se debe a la pareja formada por Kurt Russell y Richard Jerkins (qué gran actor es este señor), sus diálogos recuerdan a los de esas parejas del western clásico. Russell está correcto en su eterno papel de tipo duro pero noble, su personaje y su apariencia no difieren mucho del de The hateful eight, parece que últimamente le llaman mucho para westerns. Por su parte, el soseras de Patrick Wilson resulta creíble en su encarnación del héroe, la verdad es que me puso bastante de los nervios su personaje. También aparecen Lili Simmons y Matthew Fox, ni fu ni fa.
Bone tomahawk es una propuesta original y atractiva que en su acto final pierde algo de su encanto. Recomendable para quienes busquen aires nuevos en el western.
0 comentarios