Con 3 años de retraso se estrena en nuestras salas (de tapadillo y en verano) esta peculiar película cuyo slogan publicitario reza: Hay historias tan increíbles que deben ser ciertas. No le falta nada de razón.
Nunca he creído en Dios ni en divinidad ninguna. Lo intenté durante años, me crié en un colegio de curas, pero nunca conseguí tener la más mínima fe. No me arrepiento de ello, pero sí reconozco que siento cierta envidia por las personas que sienten una verdadera fe y desprenden una especie de aura de felicidad y buen rollo a su alrededor. No sé si conocéis alguna de estas personas de las que hablo, me refiero a estas personas que se les nota felices y movidos por un fin superior, su vida tiene un sentido y un propósito del cual carece la de aquellos que pensamos que tras esta vida no hay nada. Ellas no sienten ningún vacío existencial. Al pensar que todo obedece a un plan divino estas personas ven un sentido a todo lo que sucede y parece moverles una eterna alegría. Nunca sabré si es una pose o si tal alegría vital es verídica, pero si es una pose está realmente conseguida. Una de estas personas es Bernie, el protagonista interpretado convincentemente por Jack Black.
Bernie se basa en una historia real ubicada en lo más profundo de la Texas rural. Bernie narra la historia de un hombre entregado a Dios y a su comunidad, un hombre intachable de fuertes principios religiosos y morales. Pero un hombre al fin y al cabo. Por mucho que lo intentemos, todos tenemos un límite, un punto en el que aflora nuestro lado más salvaje, un punto en el que los valores dejan de tener sentido y nos puede nuestro lado animal.
El interesante director Richard Linklater (Antes del atardecer, Fast food nation, A scanner darkly, Escuela de rock, Boyhood) elaboró un correcto estudio sobre un personaje real tan contradictorio que no deja a nadie indiferente. Mediante los testimonios de los vecinos que conocieron a Bernie se va desgranando la personalidad de tan peculiar personaje. Cada vecino tiene su opinión y aporta una luz distinta sobre Bernie. Quizás nadie conozca realmente al verdadero Bernie, no puede haber nadie que sea tan buena persona (o sí). El mezclar testimonios reales a modo de documental con la dramatización de los hechos le da al film un peculiar ritmo. Si sumamos un humor negro impagable obtenemos una experiencia más que recomendable.
Pero Bernie tiene otra baza en un enorme Jack Black que demuestra que es un gran actor capaz de salirse de su encasillamiento de niño malo. En Bernie deja de lado sus típicas muecas (alguna le sale cuando canta) y nos ofrece toda una lección de contención, el cambio de registro le ha sentado muy bien. También me gustó Matthew McConaughey quien parece que le cogió gusto al acento sureño. También la veterana Shirley MacLaine está soberbia como vieja arpía. Vaya pareja más curiosa la formada por Jack Black y la McLaine.
Bernie es un film correcto, bien hecho y muy bien ambientado en la américa más puritana. Recomendable.
De regalo os dejo con la maravillosa canción que da inicio al film (el karaoke ha sido añadido por algún fan que se aburría). Uno de los momentos musicales de los últimos años (con permiso de Anne Hathaway y su Dream I dreamed de Los Miserables). Qué grande es Jack Black. Venga, todos a cantar y a sentir el gozo de un nuevo día!!
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