Tras el buen sabor de boca dejado por la primera jornada del Slap!, uno se enfrentaba a la segunda cita con bastante ilusión. Debido a un compromiso familiar no pude acercarme al Slap! hasta las 4 de la tarde. Además, la hora del concierto de James Carter trio era un auténtico suplicio: las 16:15 con un sol inmisericorde y 40 grados en Zaragoza. Por suerte la piscina y las duchas sirvieron para aliviarnos del asfixiante calor. Lo dicho, a la hora convenida empieza el concierto de James Carter y uno descubre a tres músicos sobresalientes que, a pesar del terrible calor, lo dan todo en escena. Me habían dicho que este era uno de los mejores tríos de Jazz del momento y debo reconocer que no les faltaba razón. El virtuosismo y la profesionalidad de estos tres excelentes músicos dejaron alucinados al público. Tanto el batería como el teclista (al mando de un auténtico órgano Hammond de madera con su amplificador Leslie) como el propio James Carter dejaron boquiabiertos al personal. Puede que el ambiente no fuera muy propicio para el Jazz, pero la maestría de estos músicos se hizo camino entre las sombrillas y los implacables rayos de sol. El de Michigan hizo variaciones sobre temas de Django Reinhardt e incluso sobre el tema Use me de Bill Withers. Un lujo absoluto poder disfrutar del Jazz de este trío de grandes músicos. En mi opinión, la de James Carter fue una actuación de altísimo nivel y la mejor del festival. Una recomendación, no perdáis la oportunidad de ver a estos genios en acción.
Tras James Carter pensábamos que ya nada podría asombrarnos. Era el turno de Moreland & Arbuckle, el trío de Arkansas nos ofreció un enérgico show a base de buen rock sureño lleno de distorsión y ritmo. Fueron el contrapunto ideal al jazz de James Carter. El brutal sonido de su peculiar guitarra, hecha con una caja de puros, y su armónica nos hicieron pensar que estábamos en la Norteamérica profunda. Pero no, estábamos en Zaragoza. Como bien se encargaron de reconocer los miembros del grupo, era el primer lugar en el que tocaban mientras el público podía bañarse en una piscina. Buena nota para Moreland & Arbuckle.
La verdad es que me hubiera quedado más rato para ver a los mejicanos Troker, pero me tuve que ir a ver a Bob Dylan.
Resumiendo se puede decir que el Slap! es un festival más que interesante,no sólo por la calidad de sus propuestas (aunando artistas locales con internacionales) sino también por su ubicación y la comodidad de sus instalaciones. Esperemos que nunca llegue a ser uno de esos festivales masificados con miles y miles de aficionados.
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