Relatos salvajes es una refrescante comedia negra con toques de drama a base de episodios totalmente independientes.
Los relatos tienen un único denominador común: la violencia que irrumpe inesperadamente en la vida cotidiana. Ese lado salvaje del ser humano que parece aletargado se hace visible en cada uno de estos relatos.
La violencia que presenta en sus relatos es una violencia que emana de lo más primitivo del ser humano. No nos engañemos, el ser humano es un animal, por mucho que no neguemos a creerlo, y como tal tiene unos instintos destinados a asegurar su supervivencia. Es por ello que la violencia nunca desaparecerá del todo. La sociedad pretende hacer que la violencia no sea visible o sea sólo competencia de unos pocos, pero todos podemos llegar a perder el control y dejar aflorar ese lado salvaje.
En sus relatos, Szifrón nos presenta con mucha mala baba situaciones en las que la violencia se hace palpable. ¿Quién no ha deseado darle su merecido a ese imbécil que nos encontramos en la carretera o vengarse de esa persona que nos arruinó la vida? ¿Son tan distintos los personajes de Relatos salvajes de nosotros mismos? Sinceramente, opino que no. Puede que Szifrón lleve las situaciones al extremo pero creo que su película no pretende ser una fiel radiografía de la sociedad sino una sátira del mundo moderno. Un mundo que se olvida que somos seres emocionales y que no nos movemos únicamente por la razón.
No todos los relatos son igual de interesantes, pero el nivel no decae de manera ostensible. A mí me gustaron todos y ninguno se me hizo pesado. Quizás el de Ricardo Darín me pareció el más obvio, pero el resto me dejaron clavado al asiento. Debo destacar el primero, el del avión, simplemente genial. Quien sabe si pudo servir de inspiración al tristemente célebre copiloto Andreas Lubitz en su plan de estrellar el airbus de Germanwings en los Alpes el pasado mes de Marzo. Las similitudes son claras pero ningún film es responsable de los actos de una perturbado, ni siquiera está claro si Lubitz había visto el film. También fragmento el de la carretera me pareció casi perfecto.
Desde la implacable e ineficaz burocracia administrativa a la justicia corrupta, casi todos los estratos sociales son reflejados sin piedad en estos relatos. Viniendo de Argentina, yo eché de menos alguna referencia al Fútbol. No creo que sea casualidad que en un momento dado dos personajes se sitúen junto a dos mandíbulas de tiburón. Szifrón se sitúa de lado del ciudadano de a pie machacado por la administración y un sistema corrupto. Ese ciudadano que decide liarda parda. Viendo el film me acordé de ese empresario turolense que estrelló su coche cargado de bombonas de gas contra la sede del PP en Madrid. ¿Era un terrorista o un ciudadano fuera de sus casillas? ¿Si las estructuras del estado no funcionan, al ciudadano de a pie sólo le queda tomarse la justicia por su mano?. No creo que la película pretenda responder a esa pregunta pero sí que la plantea en clave de humor negro.
Szifrón ataca las leyes, normas y costumbres de esta sociedad. ¿Hay algo más falso que una boda y todas las estúpidas tradiciones que la rodean? La verdad es que la boda de Relatos salvajes me parece junto a la de Rec 3 de las mejores bodas que he visto en el cine desde Undergound .
Negrísima comedia.
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