Estrenos, series nuevas. Nada de shows que en su cuarta o quinta temporada están dando lo mejor de sí -Justified, que no deja de crecer, Rectify, espesándose, o The Good Wife, de la que todo el mundo habla, por ejemplo-. Esas las dejamos fuera. Buscamos sangre nueva, por cable, streaming o torrent, a gusto del consumidor. Hay relevos para Mad Men, Breaking Bad y otras tantas que se despiden, aunque cueste verlo. Y los hay muy buenos. Este escriba ha alucinado con tres en concreto, y está decidido a listarlas, comentarlas y recomendarlas con efusividad -y sin espoilers ni sinopsis largas-:
True Detective (HBO, U.S.A.)
Revolucionó foros, creó culto e inquietó a la mayoría de espectadores. Ambientada en la América profunda, entre pantanos, bosques grises y caravanas llenas de mierda en las debe oler a tigre muerto y vómito de rata, la protagonizan, en dos épocas diferentes, dos actores en estado de gracia: Matthew McConaughey y Woody Harrelson. Del primero se ha dicho de todo, pero el segundo está lejos de quedarse corto. Sus rostros atraviesan la pantalla y sus frases se tatúan en la memoria.
Estamos ante un drama negro que nada entre pantanos, lleno de conciencias rotas y feligreses ciegos de fe. White trash. Historias que avanzan tirando de un combustible fuera de lo común: drogas raras, cuchilladas, infidelidades y borracheras, y se dirigen a la resolución de un crimen sólo posible en el aislamiento de ciertas zonas de EE.UU.
HBO garantiza, además de realización impecable, desnudos y violencia sin tapujos, que para algo emiten por cable. Y en esta ocasión han apostado por algo diferente, algo que todos los que hemos deseado que acabe una serie dado su desgaste, añoramos: temporadas autoconclusivas. La historia de Rust y Cohle termina en su octavo capítulo. Habrá segunda temporada, escrita por el mismo guionista, pero contará con otros actores e historia. Así sí.
Gomorra (Sky Atlantic, Italia)
True Detective es sucia a su modo. Gomorra también. Basada en la obra de Roberto Saviano, pero teniendo poco que ver con sus tramas, se ambienta en los más bajos fondos de Nápoles, el inframundo de yonkis, camellos y ciudadanos que no pueden más que cerrar los ojos, para de vez en cuando saltar a las lujosas vidas de los altos cargos de la camorra.
Crimen organizado, más violencia, protagonistas cuya muerte temes más que las de Game Of Thrones, muchísima denuncia social, y algo de enseñanza práctica. Gomorra explica de donde viene el dinero, pero también a dónde va y hasta donde llega. Llega uno a preguntarse cómo han dejado estrenar una serie tan implacable. Hay espacio para mucho drama, pero poco para el glamour de los clásicos. Aquí las paredes sudan, los trajes se ensucian y a cualquiera le pueden mear encima como demostración de poder.
Doce episodios que se devoran con facilidad, siempre que uno se acostumbre a la dureza de sus imagenes, la crudeza de los giros argumentales y a la ausencia de moral, cada vez más evidente. Posiblemente, la serie más efectiva del año, y… sorpresa, viene de Italia.
Fargo (FX, U.S.A.)
Pensad en la peli de los Cohen y alargadla a unas ocho horas divididas en diez capítulos. Fácil ¿no? Pero lo que parecía difícil era que lo lograsen saliendo tan bien parados. El nombre de los directores aparece en los créditos, figurando únicamente ocmo productores ejecutivos. El trabajo duro lo ha sacado adelante Noah Hawley, el show runner y escritor de toda ella, quien ha logrado reproducir silencios, paletos, policías acomodados, la perspicacia de su protagonista y los asesinos raros.
Una larga hilera de fichas de dominó cuya caída pone en marcha un evento inicial al que se suman casualidades, malas pasadas del destino y putadas del azar. Las fichas son los pueblerinos, los asesinos a sueldo, los policías. La superficie es el invierno de Minesotta, cuya nieve acaba contando como un personaje más. Y entre todo ello, brilla Billy Bob Thornton con un papel estelar de cuya maldad se enamora cualquier telespectador de hoy.
Fargo se disfruta por la candidez de sus personajes, la violencia que irrumpe como las tormentas de verano, sin esperarlo, y sobre todo, por el humor negro. El ambiente invernal, las ocurrencias y los diálogos extraños van implícitos en su nombre. Además, al igual que True Detective, es autoconclusiva. Contará con segunda temporada, pero diferente elenco y trama.
Por aquí también hemos seguido con fervor Vikings, el retorno de 24, y hemos celebrado el estreno de The Strain, por si a alguno le queda hambre que saciar.
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