Aunque “Rings Of Saturn Revisited”, me ha recordado un poco a “Have a Cigar” en ese ritmo de medio blues y el aire de misterio, pronto se hace notar que la música de Willie B. Planas poco tiene que ver con la de los británicos. Sólo he conseguido disfrutarla de una forma: a solas, en mi habitación, y con ciertas ganas de vaciar la mente.
Una voz a medio rasgar que roza el susurro, cual amante recitando frases bellas al oído de su amada, y ritmos sencillos hasta decir basta. Las canciones fluyen como el agua, a pesar de superar con frecuencia los seis minutos que sólo se disfrutarán en búsqueda de relajación. Aunque hay piezas algo más intensas y emotivas como “Castaway”, la batería tocada con escobillas, acordes de acústica, y un piano bien sencillo, son la especie de base sobre la que Planas recita sus estrofas, pensamientos íntimos que suenan a vigilia y paisajes naturales.
El disco, producido por Paul Zinnard, cuyo álbum ya comenté en esta casa, es un compendio de pensamientos ejecutados con la expontaneidad de estos, y se oye de lejos. No hablo de que sea experimental; de hecho, es canción de autor reducida al mínimo, pero desde luego no es música comercial para ambientar fiestas. Melodías intensas como la de “Running Naked”, y lo que se intuye como tono festivo en “Living Longer, Moving Faster”, es lo más cercano a la comercialidad que contiene este álbum no apto para hiperactivos.
Cierta monotonía es lo que transmite al oído no entrenado en el género, como confieso, es el mío, pero aun con tal handicap, hay momentos en los que he notado un feeling muy fino, cercano. El inicio de “Diamond Eyes”, y los violines que se dejan escuchar en esta, deben ser la parte más melódica y emeocionante del álbum, junto con las intervenciones de la armónica en algun tema como “Old-timers Know”. Pero la falta de protagonismo de los arreglos, la longitud de las canciones y esa monotonía en los ritmos hacen difícil una escucha casual y sin complejos.
Este junta-letras recomienda darle una escucha a “Landscapes & Still-Life” en un momento de búsqueda de tranquilidad. Los paisajes musicales que aquí se desarrollan, funcionan. No es necesaria una dosis de metal para deshacerse del estrés diario, porque éste, se disuelve en música como la de este álbum sin problema alguno. Es ese tipo de discos que sólo te sorprenden en el momento oportuno.
Edgar Carrasquilla @Edgar_Corleone para Rockthebestmusic
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Brillante punto de vista el de esta reseña de un disco excelente que me ha sorprendido muy gratamente. A mí me gusta escucharlo en el coche. Un abrazo, master of rock&racket (ayer en el retorno 6-4,5-7,6-2)