Cuando a Rafa Martín le propusieron un contrato discográfico para grabar varios álbumes, para el primero puso una condición: que los Harem Scarem grabaran junto a él. El resultado lució un sonido único en el rock español. Las guitarras tienen vida propia, y el conjunto de instrumentos, incluyendo piano en las baladas, lucen una nítida densidad que comparten un exquisito protagonismo con la voz de Rafa Martín, el Bryan Adams Español, no apodado así sin razón alguna.Cuando este álbum se destapa, lo que comento en el párrafo anterior es palpable a los pocos segundos. «El Odio y el Amor», y «Un Lugar Cerca del Sol», de riff épico y poderoso (la guitarra de Lesperance es de otro planeta), definen junto a «Amor Apasionado» el estilo de Rafa. Un rock melódico enorme, guitarrero, y de estribillos penetrantes. Una voz rota y melódica, y producción canadiense.
A las interpretaciones de Rafa Martin y Harem Scarem, y la producción, se añade un tercer elemento, el esencial. Las composiciones de este álbum son redondas, y en más de una ocasión me ha recordado sobremanera al «Reckless» de la estrella canadiense. Rockero, con baladas muy sentidas («Todo el Amor que te Puedo Dar» debe de ser una de las mejores en castellano), y variado como pocos.
Doce temas entre los que no sobra nada: «Semillas de Paz» tiene sus místicos coros, «Todo Da Igual» tiene su estribillo pop, «Seguir Corriendo» su sonido americano, y raíz española. «Jamás Olvidaré» podía haber encajado en ese comentado «Mood Swings», y corazón de «Hierro» es una joya perfecta.
Un álbum de hard rock melódico de sonido exquisito, único en su especie al que sólo se le acercan el resto de discos del artista. Es este un indispensable del género, más para hispano-hablantes. Las letras no es que tengan desperdicio alguno; incluso en su romanticismo, luce elegancia. Un artista infravalorado que en directo siempre disfruta del amor de su público, y que ya ha dejado un buen puñado de canciones para la posteridad del género.
Ver anteriores artículos sobre los Grandes del Rock Melódico.
Sobresaliente alto, un disco insuperable!