Seguimos instalados en las áridas planicies del centro de Yanquilandia, en concreto en Topeka, Kansas, con una joven banda de la que desconocía su existencia hasta hace poco, su nombre, Youngblood Supercult (menudo nombrecito) que sacaron a finales de febrero su segundo disco en estudio titulado High Plains (2016) y que empieza a estar en boca de todos los que amamos la música que huele a duna pero también a aquellos que gustan de ‘levitar’ con los ritmos más lisérgicos.
La banda nace en 2013 para lanzar su primer trabajo, Season Of The Witch (2014), en formato trio y empezar a tener sus primeros bolos por el pais en festivales de corte ‘ácido’. Para su continuación en High Plains, con la acojonante guitarrista Bailey Smith (guitar), Weston Alford (drums) y David Merril (bass/vocals) no me queda claro en su Facebook quien se ha hecho con la voz principal pues ahora son un cuarteto y me temo que no han actualizado ese dato. Aquí podéis comprobarlo…
Supongo que habréis podido comprobar cómo se las gasta Bailey encima de un escenario, porque es la que lleva el peso total de la banda. Ya era hora de ver a una tía liderando un combo de ‘Desert Rock’ con la solvencia y el talento que demuestra. La banda practica un Stoner Psicodélico Retro con fuertes influencias de Black Sabbath y Pentagram pero manteniéndose actualizada al S.XXI cercana a sonidos y bandas más actuales como Tool, Graveyard o, sobre todo en mi opinión, a los suecos Witchcraft por lo que ya sabemos que vamos a encontrarnos una base rítmica poderosa y densa y unas guitarras retorcidas bañadas en ácido con una interpretación vocal melódica y, por momentos, etérea.
El disco suena crudo instrumentalmente pero mantiene esos cambios y dejes psicodélico/progresivos ‘a la Tool’ que te hacen ‘flotar’ tan ricamente y disfrutar ‘del viaje’ sin sobresaltos ni bostezos. Por la escucha que le he dado a su debut para opinar, este último no suena tan tenebroso y ‘Sabbath’, además, lo que os decía, o el cantante ha cambiado mucho su registro vocal o es que definitivamente es otro, porque el del debut tiene un deje muy cercano a Magnus Pelander (Witchcrat) y éste último va más por el rollo Tool/Mars Red Sky que hipnotiza más si cabe con temas como «White Nights» o mi favorito «Forefather» que apesta a Tool por los cuatro costados pero con un poco más de ‘peyote’.
En conclusión, un disco para dejarse llevar por la noche, los astros y alguna sustancia que otra…
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