Qué bueno enfrentarse de nuevo a un disco de los suecos Spiritual Beggars Pupilos. El tercer culo más inquieto de Suecia junto a Sulo (Diamond Dogs) y Nicke Andersson (ex-Hellacopters, Imperial State Electric) es, sin lugar a dudas, el pelirrojo Michael Amott. Y es que este hombre no tiene suficiente con la exitosa trayectoria de Arch Enemy, con nueve álbumes en su haber, resistiéndose a dejar en un segundo plano a mis adorados Spiritual Beggars con otros tantos nueve álbumes contando este Sunrise To Sundown (2016).
Y es que, siempre lo digo, Amott, es el perfecto ejemplo de ‘workaholic’ pues ha vuelto a componer este álbum junto al bajista de los Beggars y Arch Enemy, Sharlee D’Angelo, en el tour de estos últimos y en los pocos momentos de ‘descanso’ entre gira y gira. Un puto ejemplo a seguir, de eso creo que no hay duda, siguiendo aquella tradición setentera en donde las bandas publicaban discazos año sí y año también.
Pero claro, la cosa con «JB» no cuaja y la era de Apollo Papathanasio a las voces comienza con aquel Return To Zero de 2010 que seguía nutriéndose de ‘retro rock’ setentero pero con composiciones mucho más asentadas además de dar de nuevo un poco de espacio a los guitarrazos ‘áridos’. De Earth Blues (2013) ya hablé largo y tendido y sólo diré que superó Return… con mucho, volviéndome ese gusanillo que no tenía con ellos desde la época de Ad Astra y siguiendo sus pasos con enfermiza devoción.
Y llegamos a 2016 y a Sunrise To Sundown, con esa bella portada ‘vintage’ y desgastada con ese sol y esa luna dominando la ilustración, besándose sutilmente y ese lagarto y esas setas alucinógenas de acertados secundarios. Los Beggars nunca fallan a la hora de hipnotizarnos visualmente con sus ‘album covers’, les gusta ponernos en situación y a buen seguro que lo consiguen.
El disco en conjunto es otra fabulosa y espectacular colección de canciones, un increíble recorrido por aquellos 70’s en donde Deep Purple, Rainbow y Uriah Heep dominaban el cotarro ‘Hard’ caso de «Diamond Under Pressure», «Hard Road» y su genial ‘groove’, el cadencioso «Southern Star» o el fantástico tema-título que abre el álbum, el ‘Purpeliano’ «Sunrise To Sundown». Desde luego, si Per Wiberg siempre tiene un papel protagónico con sus increíbles líneas de teclado, se puede decir que lo ha vuelto a conseguir con creces porque sigue siendo una pieza crucial en el sonido Beggars. El disco también vuelve a abrazar aquel Stoner Metal ardiente de principios de siglo con el amenazador «What Doesn’t Kill You» de brutales guitarras acorazadas, «You’ve Been Fooled» y momentos de «Dark Light Child».
La psicodelia y los cuelgues ácidos también hacen su acto de presencia en el claramente ‘space rock’ «I Turn To Stoned» con una ‘intro’ de redobles espectaculares a cargo de Ludwig Witt y en el stoner ‘fumeta’ de «Lonely Freedom» en donde Amott se deja de músculo y virtuosismo guitarrero y trabaja más fuzz efectos.
No quería dejar pasar «No Man’s Land» con un mensaje ecológico y crítico brutal cantado por Apollo, pero también un tema ‘retro’ con muchos matices, muy bien construido y con un pasaje claramente ‘beatle’ entre medias en donde nos imaginamos claramente a George Harrison metiendo su agudos punteos y a ‘Macca’ tocando piano, hasta que volvemos a la realidad con un explosivo ‘solo’ de Amott para quitarse el sombrero.
Concluyendo, Sunrise To Sundown cierra una trilogía de discos con Papathanasio de auténtico infarto y de iluminada inspiración demostrando quienes fueron los padres del invento en esto del ‘Vintage Rock’N’Roll’. Si de una cosa estoy seguro es que Amott y sus secuaces nunca nos han fallado, siempre son una apuesta más que segura y lo seguirán siendo en un futuro con discos tan exhuberantes como éste.
Atención al directo que se gastan!…
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