Tras un buen inicio con “Bottle rocket” y “Academia Rushmore”, el “espaldarazo” definitivo a la filmografía de Wes Anderson llegó con “Los Tenenbaums”. Desde entonces, con varias nominaciones al Oscar como guionista y director, su cine se ha vuelto cada vez más excéntrico, visual y atractivo. Quizá su obra maestra sea “El Gran Hotel Budapest”, cinta que en el apartado técnico sirve de modelo a esta “La trama fenicia”.
Un largometraje que a los que les gusta la factura formal y el sentido del humor de Anderson quedarán agradecidos y pasarán un buen rato aunque, imaginamos, que a sus detractores no interesará lo más mínimo pues “La trama fenicia” posee todos los “tics” que han hecho célebre al estadounidense: realismo mágico, un poso de surrealismo en los diálogos e interpretaciones, estética manierista en decorados e iluminación y una historia alambicada que combina la comedia, la acción y el género detectivesco. Una intriga de espionaje donde un millonario es fruto de sabotajes y atentados por parte de diversos organismos que le acusan de pretender desestabilizar el sistema. Para evitar estos entuertos y su ruina personal, con la ayuda de su hija novicia, emprende un viaje para recaudar una fortuna de sus socios y acometer un megalómano proyecto. Durante la travesía se generará un fuerte vínculo con su hija, tendrá la reticencia de sus benefactores y las letales acometidas de sus poderosos enemigos. Todo narrado de forma estrambótica, con diálogos y situaciones extravagantes pero que en su conjunto resulta singular y original.
Además su puesta en escena es inenarrable. Todo un festival de color, saturación y planos sugerentes, con los encuadres únicos, propios de Wes Anderson, ayudado por colaboradores como el excelso director de fotografía Bruno Delbonnel (que sustituye al habitual Robert D. Yeoman), el diseño de vestuario de Milena Canonero o la banda sonora de Alexandre Desplat, a la que hay que unir piezas de Mussorgsky, Beethoven y, sobre todo, Stravinsky. Un cóctel de pintura, música y cómic irresistible.
Y además hay que sumar un reparto perfecto para interpretar tan poderoas actuaciones pues ese toque de fantasía también jalona las actuaciones hieráticas y alejadas del “método Stanislavski”, algo que, de forma más seria, consiguió Robert Bresson. Como protagonistas tenemos a Benicio Del Toro y el descubrimiento de Mia Threapleton, acompañados de rostros conocidos como los de Michael Cera, Riz Ahmed Tom Hanks, Bryan Cranston, Jeffrey Wright, Benedict Cumberbacht, Mathieu Amalric, Scarlett Johansson y un descacharrante cielo conformado por Willem Dafoe, Charlotte Gainsbourg, F. Murray Abraham y Bill Murray haciendo de Dios de los católicos.
“La trama fenicia” es una notable obra que puede mirar a la cara a anteriores producciones de Anderson como “Life aquatic”, “Los Tenenbaums”, “La isla de los perros” o “Fantastic M. Fox” (sus dos películas de animación), quedando por detrás de “Moonrise Kingdown” y “El Gran Hotel Budapest” pero superando a “Viaje a Darjeeling” y la anterior “Asteroid City”.
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