Cómo me gustan los poemas que plasman la naturaleza. Son muy bonitos. Hay que dedicarles un cuidado especial, para que al leer, notemos ese riachuelo que surca las estrofas y nos hace sentir con frescura el panorama que nos muestra toda esa belleza natural. Vamos con el poema de William Wordsworth, Daffodils.

 

Daffodils

 

I wandered lonely as a cloud
That floats on high o’er vales and hills,
When all at once I saw a crowd,
A host, of golden daffodils;
Beside the lake, beneath the trees,
Fluttering and dancing in the breeze.
 
Continuous as the stars that shine
And twinkle on the milky way,
They stretched in never-ending line
Along the margin of a bay:
Ten thousand saw I at a glance,
Tossing their heads in sprightly dance.
 
The waves beside them danced; but they
Out-did the sparkling waves in glee:
A poet could not but be gay,
In such a jocund company:
I gazed—and gazed—but little thought
What wealth the show to me had brought:
 
For oft, when on my couch I lie
In vacant or in pensive mood,
They flash upon that inward eye
Which is the bliss of solitude;
And then my heart with pleasure fills,
And dances with the daffodils.
 
 
 

Narcisos

 

Vagaba en soledad, como una nube
que flota en las alturas por encima de los valles y colinas,
cuando, de pronto, vi una multitud,
una gran cantidad de dorados narcisos;
junto al lago, bajo los árboles,
aleteando y meciéndose con la brisa.

Persistentes, como las estrellas que brillan
y titilan en la vía láctea,
se extendían en una interminable fila,
a lo largo de la orilla de una ensenada:
Diez mil vi con sólo una mirada,
zarandeando sus cabezas en animado baile.

Las olas, junto a ellos; aunque estos
superaban a esas espumosas ondulaciones en alegría:
Un poeta no podría sino estar feliz,
en tan agradable compañía:
Miraba— también miraba— apenas atento
esa abundancia que el espectáculo me había brindado:

Porque, a menudo, cuando en mi sofá me recuesto
con desocupado o pensativo ánimo,
parpadean, con ese introspectivo ojo
que es su gozo solitario;
y entonces, mi corazón de placer se llena,
y baila con esos narcisos.

 

by: Angel

by: Angel

Melómano desde antes de nacer, me divierto traduciendo canciones y poesía. Me gusta escribir. Soy un eterno aprendiz y bebo de casi todos estilos musicales, pero con el buen rock alternativo me derrito.

0 comentarios

Enviar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Últimas entradas

Últimos comentarios

  1. Que grandes todos ellos. Para mi, el más desconocido es Anthony Quayle. Una vez más, Edu, un gran trabajo.

Te puede interesar

Poemas Traducidos: ¡Escuchad! – Vladimir Maiakovski

Poemas Traducidos: ¡Escuchad! – Vladimir Maiakovski

Seguimos con Vladimir Maiakovski, en este caso con el poema ¡Escuchad!. Un texto en el que establece un paralelismo entre las estrellas y los poetas, que como tales, se van consumiendo en el tiempo a la vez que brillan. De manera que se hacen necesarios para iluminar...

Poemas Traducidos: ¡Escuchad! – Vladimir Maiakovski

Poemas Traducidos: La primera noche – Vladimir Maiakovski

El poeta de hoy es Vladimir Maiakovski. Un poeta morderno, a pesar de ser del siglo XX. Con unas imágenes potentes, nos describe la decadencia de aquella época, así como el error de mantenerse siempre en silencio. Algo que llega a ser peor que nombrar nuestra...