Cualquiera que escuche la música de Mike Allen por primera vez, cualquiera que lea las veinte primeras páginas de su libro autobiográfico y lo deje ahí, podría imaginarse al arquetipo de artista torturado tras los sintetizadores, la guitarra eléctrica o la máquina de escribir. Tal vez esa fue la realidad de Allen durante un tiempo. Tal vez esa oscuridad a la que se somete el hombre a sí mismo es la misma que forja el carisma, el talante sereno y exquisito o la bondad gratuita de los que consiguen regresar victoriosos de la misma. En el caso de Mike, mientras charlo con él antes de esta entrevista, me comenta que está sentado al escritorio, con su compañera animal, Maybel. Mike Allen tiene un ratoncejo adorable que aparece en sus vídeos musicales, a menudo. No es raro encontrarse un pequeño “snippet” de Mike trabajando en algún riff nuevo con Maybel escalando el mástil de la guitarra, o su cuello. Poco antes de empezar la entrevista, recuerdo las palabras de Cohen respecto a la verdad en la poesía y en la vida y esas cosas que pienso yo, demasiado a menudo, y le parafraseo algo traducido de vuelta al inglés como “qué guapo estás cuando estás cansado”. Y es verdad. “¿Si te muerde los dedos, significa que le gusta el tema, o lo contrario?”
Es un privilegio poder charlar con gente como Mike. Cada vez que intercambias una palabra con él, tienes la sensación de encontrarte con un viejo amigo en un vagón de un tren que te lleva a un sitio lejano a casa. La vida da un poco de miedo a veces, y es reconfortante para muchos saber que, en alguna parte, Mike Allen y Maybel pergeñan alguna forma de curar al mundo de sí mismo.
Tu escritura aborda una temática muy dura. ¿Qué te impulsa a explorar la adicción en tu obra?
Soy un alcohólico en recuperación. Llevo casi 3 años sobrio. En algún momento, cerca del primer año, finalmente comencé a entender dónde me había equivocado en todos mis intentos previos de mantenerme sobrio, y rápidamente se convirtió en mi objetivo: compartir mis experiencias con cualquiera que quisiera escuchar. Escribir el libro fue agotador. Me obligó a revivir muchas cosas que quería olvidar, pero en cierto modo, se convirtió en el objetivo principal. Sabía que para que fuera significativo para alguien más, tenía que provenir de un lugar de honestidad brutal. No podía endulzarlo. Sin rodeos, quería pintar una imagen muy clara de lo que le podría pasar a casi cualquier persona cuando la adicción no se controla, pero también de lo que puede pasar cuando la superas.
Mi música no es diferente. A veces, el proceso de escribir música y letras resulta un poco tortuoso. Al igual que con mi escritura, mi música tiene que ser honesta. Si no lo es, no significará nada para mí y no esperaría que significara nada para nadie más. Gran parte de mis letras tratan sobre el tema de la enfermedad mental y la adicción, mientras que otras son lo que yo consideraría comentario social. Son muchas cosas que la mayoría consideraría desagradables, pero la música siempre ha sido mi terapia. Quiero que mi música sea cruda y honesta. Eso es más importante para mí que si es agradable para el oyente ocasional. No he ganado muchos fans con ese enfoque, pero estoy siendo fiel a mí mismo y, al final, creo que eso es lo más importante.
¿Tu música sirve como una válvula de escape para las emociones que exploras en tu escritura?
Mi música es 100% mis emociones. Sinceramente, es el único lugar donde sé cómo sacar mis emociones. La música siempre ha sido mi «terapia». Ha sido así desde el primer día. Si es agradable para alguien más siempre me ha parecido secundario. Por supuesto, he aprendido mucho sobre producción a lo largo de los años, y hacer música que otros puedan disfrutar es algo importante para mí, pero cuando me propongo escribir una canción, no pienso en si a alguien le gustará o no. No estoy tratando de escribir material apto para la radio. Y aplaudo a la gente que lo hace, pero para mí, personalmente, si lo que hago no agita un poco las cosas y me asusta un poco, no lo considero exitoso.
Hay una sensación de crudeza tanto en tu escritura como en tu música. ¿Existe un esfuerzo consciente por lograrlo, o surge de forma natural?
Creo que hay un esfuerzo tanto consciente como subconsciente en eso. Es consciente en el sentido de que si no logro esa sensación de crudeza, pierdo interés en cualquier canción en la que esté trabajando bastante rápido, y subconsciente en el sentido de que la crudeza simplemente sale de mí de forma natural, me guste o no. Parece que no tengo mucho que decir al respecto. Después de cada canción que escribo y cada álbum lanzado, siempre me digo: «NUNCA quiero volver allí», pero al final siempre lo hago, así que soy el único culpable de cualquier tipo de agonía. Me atrae la escritura y la música que es cruda, honesta y directa. Cosas que exigen atención por lo real que es, y trato de lograr ese mismo nivel de autenticidad en mi propio trabajo.
¿Encuentras alguna superposición temática entre tu escritura y tu música? ¿Se influencian entre sí?
Sí. Todo lo que comenté en mi libro también se ha escrito de alguna manera en mi música. Recuerdo vívidamente momentos mientras escribía el libro, ciertos momentos de «ajá», que influyeron directamente en determinadas canciones en las que estaba trabajando en ese momento. También recuerdo momentos en los que ciertas canciones influyeron directamente en la escritura del libro. Todo está conectado lo sepamos o no, y no esperaba que se solaparan tanto, pero no estoy seguro de por qué fue tan sorprendente, ya que abordo el mismo tema en ambos.
Crear arte desde un lugar de vulnerabilidad puede ser un desafío. ¿Cómo mantienes el equilibrio y evitas sentirte abrumado?
Esto siempre ha sido difícil para mí. Tengo un trabajo bastante agotador que me obliga a salir de ese espacio creativo. Pero incluso mientras estoy en este trabajo, sigo trabajando en algo, aunque solo sea en mi cabeza. La creatividad y la inspiración no son cosas que puedas encender y apagar a voluntad. Son fugaces y aparecen cuando les place. En el pasado, me he dado cuenta de que me he adentrado demasiado en ese reino creativo, y los resultados nunca fueron buenos. Tengo una canción llamada «The Invisible Ones» que me tomó 3 meses en completar. Perdí por completo el contacto con la realidad durante esos 3 meses. Da miedo mirar atrás. Para evitar situaciones similares, hago esfuerzos conscientes para simplemente dejar la música por un tiempo después de que cada proyecto se complete. Esto puede ser difícil ya que mi cerebro siempre parece estar enfocado en lo que viene después, pero me resulta necesario jurar no grabar durante al menos un par de semanas después de cada disco que lanzo. También he comenzado a grabar versiones de algunas de mis canciones favoritas, lo que también proporciona una especie de descanso. Me permite concentrarme en los aspectos más «divertidos» de grabar música en lugar de los emocionalmente agotadores.
Tu trabajo parece resonar con personas que han luchado contra la adicción. ¿Qué tipo de comentarios recibes de lectores y oyentes?
He recibido comentarios muy positivos sobre el libro, lo cual es realmente conmovedor. He regalado más copias gratuitas del libro que las que he vendido, y no es algo que me quite el sueño. Convertirme en un autor de renombre mundial nunca ha sido mi intención. Solo quería compartir mis éxitos (y fracasos) con la esperanza de que pudieran ser útiles para otros, aunque solo sea para una persona. No me engañaba pensando que iba a ser un bestseller ni nada por el estilo, pero tenía la esperanza de que fuera al menos algo inspirador para los demás, y hay evidencia que sugiere que ha sido así. Algunas personas encantadoras en Twitter se han comunicado conmigo y me han dicho que el libro realmente les ha hecho pensar en algunas de las cosas que están sucediendo en sus propias vidas, y eso es todo lo que podría haber esperado. En cuanto a mi música, definitivamente no es del gusto de todos, pero de vez en cuando, la gente se acerca y dice que realmente les llega. Es una experiencia verdaderamente notable cuando algo que hago resuena con los demás. Cuando la gente se acerca para decir que les gusta lo que hago, o van un paso más allá y compran mi música, a menudo tengo que luchar contra las lágrimas. Es muy fácil perderse en el mar de artistas emergentes que intentan ser escuchados de vez en cuando, así que cuando la gente se acerca para ofrecer palabras de aliento, es realmente conmovedor.
¿Hay algún mensaje que esperas que los lectores y oyentes se lleven de tu escritura y música?
Con el libro, el mensaje principal que espero que cualquier persona que luche contra la adicción se lleve es este: hay esperanza. Después de leerlo, si una persona se dice a sí misma: «Si ESE tipo puede mantenerse sobrio, tal vez yo también pueda», consideraría el libro como un gran éxito. El libro comienza de manera muy sombría y repasa lo que fácilmente fue el capítulo más oscuro de mi vida. Lo hice por una razón. Quería que el lector supiera de inmediato lo duro que había caído. No buscaba simpatía, lástima ni shock value al hacerlo de esa manera. Solo quería pintar una imagen muy vívida de lo que la adicción me hizo y lo que le puede hacer a cualquiera si no se controla. El libro puede comenzar de manera sombría, pero un poco más de humor y esperanza entran en juego con cada capítulo. En pocas palabras, es un examen de cuán equivocado estuve durante tanto tiempo acerca de tantas cosas, y lo que hice para reconocer esas cosas y corregirlas. Mi esperanza es que mi proceso personal de hacer esto (que es esencialmente lo que es el libro) sea de alguna ayuda para otros y brinde un poco de esperanza a aquellos que casi la han perdido.
De cara al futuro, ¿te ves a ti mismo explorando temas similares o tienes el deseo de innovar creativamente? ¿Podemos esperar alguna ficción de Mike Allen?
Llevo bastante tiempo pensando que me gustaría buscar un sonido diferente con mi música. He hecho música dura y agresiva durante bastante tiempo, así que me gustaría probar algunas cosas nuevas. He estado jugando con la idea de adoptar un enfoque un poco más ligero para lo que viene, y tal vez incluso hacer un disco instrumental ambiental. También me gustaría comenzar a incorporar más instrumentos acústicos. Frecuento mucho las tiendas de segunda mano y, cuando veo pianos viejos y maltrechos a la venta, me emociono mucho. Incluso cosas como una trompeta vieja que apenas funciona, o un banjo destrozado con una sola cuerda… esas cosas me motivan. Cualquier cosa que pueda emitir sonido, en realidad. Me gusta la idea de incorporar sonidos más orgánicos a mi música, así que si me apego a eso, lo que venga después probablemente sonará muy diferente a lo que la gente espera de mí.
En cuanto a escribir, es difícil decirlo ahora mismo. Después de haber terminado la tarea bastante agotadora de escribir ese primer libro, en cierto modo juré no volver a hacerlo nunca más. De vez en cuando escribo estos pequeños guiones en mi cabeza para lo que imagino como una especie de serie animada ligera, pero no tengo idea real de cómo darle vida. También he pensado en escribir más sobre el tema de la enfermedad mental. Es un tema del que sé un par de cosas, y que se menciona bastante en mi primer libro. El tiempo lo dirá.
Puedes encontrar “Not another recovery success story (or is it?)” de Mike Allen en EBOOK aquí:
0 comentarios