La razón de ser de Groove Nazar se puede resumir en tres conceptos: la fusión de energías musicales, el contraste entre acidez y frescura, y, quizá en la base de lo anteriormente mencionado, la asunción de riesgo vital. Su nuevo disco, Bad Times, grabado y autoproducido por la banda junto a Otabek Salamov (Needshes), es un fantástico y estimulante catálogo de todo ello.
PRÓXIMO CONCIERTO DE GROOVE NAZAR:
Sábado 16 de septiembre – Sala Hangar 48 (Madrid)
Viernes 6 de octubre – Sala Jamboree (Barcelona)
El trío catalán compuesto por Osman Konuray, Alex Albalà y Jacin Castrillo, que en su nuevo trabajo recluta a una pléyade de artistas colaboradorxs, toma el “groove” como elemento denominador común de todas sus creaciones. Y con ese combustible se disparan en múltiples direcciones, siempre con un dedo del pie apoyado en la pancultura musical afroamericana y sureña, y otro en la narrativa antiheroica o ese giro oscuro (el concepto turco “nazar”, que puede traducirse como “mal de ojo” y que aporta uno de sus miembros) que te hará sentir cómodamente inquieto.
En las nueve canciones que conforman Bad Times encontramos notas de rock, funk, soul, nu-soul, bluegrass e incluso trazas de góspel, triangulando siempre al menos dos coordenadas, y colocando a lxs protagonistas de sus historias en disyuntivas vitales o emocionales de las que tratan de salir airosxs, muchas veces asumiendo los riesgos que ello conlleva.
Pongamos como ejemplo ‘Altar’: un tema de funk-rock con la voz soulera del siempre fogoso Jacin Castrillo y el groove de Vincen García, bajista invitado, que plantea una lucha interna y un viaje emocional y desafiante entre el perdón y la desconfianza. O ‘Frenetic Outlaws’, su single de adelanto, que, con un sonido acelerado entre el rock sureño (con unas gotitas de stoner), el funk y el soul, narra las decisiones hacia la perdición de una pareja de fugitivos.
‘Krunch’ y ‘Freedom for the Faithless’, que laten en tonos de indiepop alternativo y nu-soul la primera, con participación vocal de Clara Thadea, y de un soul-groove muy festivo la segunda (con una brass section formada por Sergi Franch [The Slingshots], Sergi Basart [Always Drinking Band] y Arnau Pascual [9son]), plantean dilemas semejantes: cómo soltar las ataduras cuestionando las normas sociales para volar hacia la libertad y alcanzar una identidad auténtica. La moraleja, en cualquier caso, es que vale la pena agarrar bien fuerte el volante, asumir riesgos y chocar de frente con nuestros sueños sin miedo a las consecuencias.
En ocasiones, las encrucijadas que Groove Nazar escenifican en sus canciones son en realidad una lucha frente a limitaciones o frenos impuestos. La semi-balada góspel-southern rock ‘Blues Skies’, por ejemplo, se escribió durante el confinamiento de 2020, por lo que plasma el deseo de salir al exterior, llevándote de la desesperación a la esperanza y del desaliento a la determinación. Canción que cuenta, por cierto, con el gran Tito Bonacera al bajo y Clara Thadea y Amelia Simanungkalit en los coros.
La homónima ‘Bad Times’, en cambio, un corte muy Fantastic Negrito pero con el aire épico de Imagine Dragons y la visceralidad de Algiers, es una “simple” confrontación con la oscuridad y la dura realidad de la vida, pero siempre con el desafío de seguir adelante. Y luego está la divertida pieza final, ‘Son of a Gump’, que repite la brass section invitada de ‘Freedom for the Faithless’: un temazo que mezcla sonido big band con bluegrass y el soul más negro, que cuenta la historia de un joven condenado a enfrentarse a las consecuencias de los actos de su padre.
Bad Times se completa con el combo marca de la casa de ritmos pegadizos, riffs poderosos de guitarra y letras impactantes de ‘Betrayal’, que cuenta con Jordi Cobre al bajo junto a la brass section y define a la perfección la pasión de la banda por lo “raro”, donde tomar riesgos en lo musical es una necesidad para mantener la ilusión. Y con el pequeño tributo a Bill Withers y a James Gadson, su batería, que es ‘Pay the Bill’. Dos canciones en las que no es fácil saber dónde acaba el rock, dónde empieza el funk y dónde asoma el soul.
Sacándole el máximo partido al groove y al nazar, al malditismo y a la antiheroica, Groove Nazar han elaborado un maravilloso discurso musical y lírico donde la energía se emplea en sobrevivir y salir adelante estoicamente y encima manteniendo la ilusión. Algo digno de admirar, sobre todo en los malos tiempos que nos toca vivir. Y como última muestra tenemos la historia que hay detrás de la portada de Bad Times, que implica a su productor, Bek y un apagón eléctrico en Uzbekistán en plena ola de frío.
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