Con motivo de su siguiente gira para seguir promocionando su «Dragonfruit» (2021) hemos tenido la oportunidad de poder hablar con Jesús (Cantante y guitarra principal) de Plastic Woods para poder divagar de cosas que nos gustan como es la música y el sur.
ENTREVISTA A PLASTIC WOODS
Jesús, para empezar tengo que hacerte una pregunta típica pero obligada ¿Cómo definirías musicalmente Dragonfruit para alguien que nunca lo ha escuchado?
Es una pregunta complicada, porque hay cosas que el oyente puede percibir y cosas que no. Pero yo diría que es un compendio sin enrevesarlo mucho de todo lo que nos gusta, desde el punk, progresivo o el stoner a estilos menos obvios como el rock sinfónico y el flamenco.
He de decir que cuando os escuché por primera vez me recordasteis a una banda ya extinta de los 90 llamada Psilicon Flesh por esos términos medios estilísticos y coqueteos con el rock alternativo.
Me suena esa banda, ten en cuenta que nuestras influencias hay mucho grupo de esa época como Screaming Trees, Blind Melon, Kyuss y etc… Entonces eso se refleja en la música. Berto de la discográfica dice que cada uno de nosotros tiene un estilo que transiciona entre los 70, 80 y 90.
Una cosa que me gustaría saber sobre el disco es ¿Cómo os influenciasteis para hacerlo? No desde el punto de vista musical sino de experiencias en ese momento.
Pues es curioso porque en teoría Dragonfruit iba a ser un disco alegre y optimista, ya que nuestro primer disco fue bastante oscurete. Pero se nota que por la pandemia tiene dos lados, uno más alegre que está representado por canciones como la que da título al disco y otra parte más introspectiva, sobria y melancólica que se nota en canciones como Sulayr o Close To The Void. Un lado representa la alegría de 2019 y otra esa penumbra que vino con la pandemia de 2020/21.
En la revista somos varios los que somos sureños y ya que el flamenco es una influencia innegable en vuestra música me gustaría saber ¿Qué opinión te merecen esos que dicen que si el flamenco se mezcla ya no es flamenco?
Bueno, aquí entramos en la disyuntiva de cualquier estilo musical entre puristas y experimentales. Es algo subjetivo y valoro ambas posturas, pero pienso que una cosa es conservar el origen de un estilo y otra es retroceder sin querer avanzar. Es más, la mayoría de músicos flamencos que conozco no lo rechazan sino que me dicen que hay que saber cómo y dónde innovar.
Seguramente te habrán preguntado tus influencias como guitarrista, pero a mí me interesa algo menos común ¿Cuáles son tus influencias como cantante?
Vaya, está pregunta no me la esperaba. Pues en cuanto a la voz intento no emular a nadie, pero tengo como una parte más tradicional donde me influencia el Soul o el folk con alguna referencia como Nick Drake y otra parte más moderna dónde me inspiro en la actitud, aunque no tanto en la voz, en cantantes como Eddie Vedder.
Creo que vuestra actuación en el pasado Ayala Underfest fue un éxito y allí os ví con un nuevo miembro ¿Son ciertos los rumores de que vais a ser un cuarteto?
Son totalmente ciertos. Y lo mejor es que todo surgió de manera natural. Ya que normalmente me resulta difícil conectar con otro guitarrista, pero es que con Antonio hemos conseguido que nos aporte una nueva dimensión a la música y sus arreglos van a ser clave en nuestra música.
¿Qué os va a suponer en el corto o largo plazo ser un cuarteto?
Pues de momento muchos ensayos para lo que viene a nivel de conciertos y podemos decir que estamos trabajando ya en ideas muy básicas de canciones que están surgiendo a raíz de ampliar el grupo.
Bueno, he de decir que soy un declarado capillita ya que escucho al podcast «The Chapel Mag». Por lo que me alegré de vuestras «Sesiones Bravas» ¿Cómo surgió eso? Tengo entendido que están detrás.
Sí, pues la grabación de esas sesiones fue una obra maestra por toda la gente que hay alrededor. Son muchas caras conocidas de la escena dónde hay técnicos expertos de sonido, imagen y etc… Nos hicieron sentir muy cómodos y todo vino porque nos contactó Kantz de Brave Records y director de The Chapel. Fue algo a lo que no nos pudimos negar y he de decir que hacen una labor de promoción desinteresada e importante para la escena.
Sois una banda malagueña pero tenéis dos canciones con referencias a Cádiz y Granada ¿Cuál es la conexión de la banda con estos lugares de Andalucía?
Pues nuestra canción Dreamland va de Cádiz ya que en mi vida he sido un poco nómada y estuve por esa zona de Chiclana, El Puerto de Santa María, Sancti Petri… Y cuando estudié filosofía recuerdo que filósofos como Platón parecían situar la Atlántida por esa zona. Y yo creo que es así, ya que los atardeceres y muchas cosas que él escribe son muy parecidas a la provincia de Cádiz. En cuanto a Granada referenciada en Sulayr es una canción con una letra más trágica y melancólica, el título de la canción significa sendero de luz en árabe y va sobre el exilio por el que mucha gente hoy en día con la situación global sufre.
Por vuestras redes sociales ví que hicisteis gira fuera de España ¿Tenéis alguna experiencia o recuerdo que contar?
Exacto, estuvimos en sitios como Portugal y parte de Escandinavia. Lo que más nos sorprendió o nos gustaría destacar es el público escandinavo, porque hacen mucho por la música en directo además de estar abierto a lo nuevo y nuevas bandas. Mientras que aquí cuesta más que el público vea a nuevas bandas como algo normal sino más bien como algo raro. Allí casi cada persona del público tiene algún proyecto musical o artístico, lo cual nos dejó alucinando.
¿Cuál dirías que es una banda con la que te ha gustado girar al estar fuera de España?
Más que una banda fue descubrir un festival en Portugal, ya que una de las amistades que hicimos en Portugal nos invitó a una especie de rave con grupos instrumentales o de corte más progresivo, dónde tuvimos la suerte de conocer a bandas con un gran directazo como Acid Mess o Sand Mammoth. Allí tienen un concepto de música en directo o conciertos muy libre que nos encantó.
Ví que vuestro bajista, Antonio Muriel, llevaba un ampli Fender pequeñito para los conciertos ¿Qué equipo tenéis pensado para la gira?
Pues intentamos ser minimalistas a tope. Es cierto que es muy espectacular esos grupos como Sleep con mil cabezales y pantallas, pero en la mayoría de las salas no necesitamos amplis de mucha potencia. Es más, si los llevas el técnico de sonido te mira con cara de pocos amigos y quiero tener mi espalda en buen estado cuando llegue a 40 años.
En principio para vuestro Dragonfruit final round tenéis 11 fechas confirmadas pero con algunas pendientes de confirmar ¿Donde más os haría ilusión tocar?
Pues la verdad es que nos gustaría tocar algo más en el Norte, sobre todo en País Vasco. Pero si te soy sincero lo que más ilusión nos haría sería tocar en Huelva, Jaén o Almería porque nos gustaría que hubiera un mejor circuito para la escena en toda Andalucía. De hecho, participamos en una asociación cultural llamada «Mollete Kolektiv» que va enfocada a ese tipo de iniciativas; e imagina lo beneficioso que sería para las bandas parar en Antequera a menudo ya que está en medio de todo si se pudiera girar por toda Andalucía.
Bueno, para terminar y tras no habernos dejado prácticamente nada en el tintero ¿Tendrías algún mensaje para el público que nos lee?
Pues que nos gustaría conoceros dentro y fuera del escenario. Ya que queremos que sepan cómo afectan con su presencia a una banda como nosotros. Ya que con una banda independiente nunca sabes cuándo será la última vez que la verás.
Queremos recordaros que este viernes 10 de febrero toca Plastic Woods en el Pub Berlín en La Línea y el sábado 11 lo harán en la sala Louie Louie en Estepona. No os los perdáis, nosotros ya damos, dimos y daremos fe de su directo.
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