«Even after all these years
I miss you when you’re not here
I wish you were here my dear Yoko
Even if it’s just a day
I miss you when you’re away
I wish you were here today dear Yoko
Even if it’s just one night
I miss you and it don’t feel right
I wish you were here tonight dear Yoko
Even if it’s just one hour
I wilt just like a fading flower
Ain’t nothing in the world like our love dear Yoko
Oh Yoko
I’ll never, ever, ever, ever, ever gonna let you go
Oh Yoko
I’ll never, ever, ever, ever, ever gonna let you go».
Con “Sometime in New York” Yoko y John juntan fuerzas con Zappa y sus Mothers of Invention, para lanzar un disco corrosivo que golpea en todos los frentes, no deja títere con cabeza y ningún tema sensible al pueblo es descartado. Es el disco más revolucionario de la pareja y el que le atraerá más problemas en un futuro próximo.
Desde la condición de mujer con “Woman is the nigger of the world”, “Sister O’Sister”. La causa pro-irlandesa, “Sunday Bloody Sunday” y “The Luck of The Irish” dos composiciones atacando sin tapujos la política británica. La inhumanidad de las prisiones, con “Attica” sobre la rebelión de cinco días que tuvo lugar en el otoño de 1971 en la cárcel del norte del estado de Nueva York, que sigue siendo una de las más largas y mortales del país. También se hizo eco de ello Archie Shepp en su magnífico disco; “Attica Blues”.
“Born in a Prison” fue una canción escrita por Yoko considerada por algunos como una de las mejores canciones de “Some Time in New York City”.
No se olvidan de la lucha afroamericana con el tema sobre la filósofa y activista muy cercana a los Blacks Pathers “ Angela Davis” . Tampoco dejan de lado el uso político de las leyes antidrogas por parte del gobierno estadounidense con el corte “John Sinclair” un personaje molesto para el gobierno conservador de Nixon por su activismo político. Sinclair era miembro de los White Panthers, organización anti-racista, que apoyaba a las Panteras Negras. Cuando en 1969 fue condenado a diez años de prisión por intentar vender dos porros de marihuana a un agente encubierto de narcóticos fue la gota que colmó el vaso.
Lennon y Ono tampoco se cortaron por denunciar en sus canciones la corrupción a cargo de Nixon, hasta tal punto que la pareja se encuentra bajo la vigilancia del FBI porque el gobierno estadounidense quiere expulsarla, pero Inglaterra se opone a su regreso tras descubrir algunas donaciones financieras de Lennon al IRA. En definitiva, aquel disco tocó las narices a mucha gente y años más tarde, más de uno pensó si aquel zumbado que mató a John lo hizo solo por locura, o fue impulsado por algunas manos maquiavelistas, teorías absurdas y paranoicas para muchos. Pero la verdad es que en este disco es donde se esconden muchas razones para tener ganas de liquidarlo.
Tras el polémico trabajo, la pareja se metió en los estudios de grabación para dar a luz a una de las obras maestras más ocultas de los setenta.
Junto a Elephant’s Memory, Ono dio a luz a “Approximately Infinite Universe”, compuesto íntegramente por Yoko. Si hay que tener un disco de Yoko es este, aquí deja de lado los gritos desgarradores que forjaron su reputación por la canción más tradicional y aborda temas que tratan sobre la violencia del hombre contra la mujer, y la variedad de estilos musicales lo convierten en un disco con un repertorio muy diverso lleno de sutilezas. Un disco que suena a “West Side Story” con salsa Teriyaki leí en un artículo maravilloso de un crítico francés, que me ha servido mucho a la hora de elaborar este, por cierto.
Durante una entrevista de 2006, se le preguntó a Sean Lennon qué canción le mostraría a alguien para presentarles la música de su madre. Dijo que “’Death of Samantha”, a lo que añadió que lo de “Cool chick baby” una línea de “Death of Samantha” que se repite en el tema es sobre su padre teniendo sexo con una chica en una fiesta donde estaba su madre.
“Cuando pienso en aquellos eventos y escucho sobre ellos, pienso en mi padre como un gran idiota” Para terminar añadió “que lo único que impide que la gente se dé cuenta de que mi madre es una compositora brillante es que se casó con John Lennon”. El álbum se grabó en The Record Plant en la ciudad de Nueva York, a excepción de las pistas básicas de «Catman» y «Winter Song», que se grabaron en los Butterfly Studios. Ono produjo el álbum junto a John, Lennon también cantó el verso final de la canción, “I Want My Love to Rest Tonight”. Mick Jagger se dejó caer en el estudio para algunas de las sesiones, recuerdo que tocó la guitarra con Lennon.
Ono siempre ha sido una maestra en convertir el dolor y la tristeza en arte, demostrando que uno puede tener un amor ilimitado por la humanidad y aun así estar furioso con las relaciones hombre/mujer, con la guerra, con tu pareja, etc.
También leí hace tiempo que el disco tenía algo semejante en el ambiente que desprende; trabajos de la E Street Band de Springsteen, como The Wild, the inocent and the E.Street shuffle, aunque, por supuesto con la visión de Ono que lo lleva por caminos más oscuros y místicos que los de la E Street Band. Pero el desencanto del extraño en la gran ciudad de New York está presente en ambos discos.
En 1974 Yoko Ono graba “Feeling The Space” sin su marido, que estaba de faranda con sus colegas en lo que llamó su “Lost Weekend” junto a su amante May Pang, aunque la propia Ono sugirió a Pang como compañía a Lennon ya que él y ella tenían problemas conyugales y decidieron separarse.
Pero Yoko se rodeó de Jim Keltner, David Spinozza, Michael Brecker y el ex Flying Burrito Brothers, Sneaky Pete Kleinow, para lanzar un disco mucho más lánguido y apaciguado, con canciones soberbias.
Durante ese periodo de profunda depresión y crisis emocional de Lennon, este afrontó diversos problemas que le atormentaban como su mala relación con Paul y el enorme alejamiento con su hijo Julian. El “Lost Weekend“, fue uno de los periodos musicales más prolíficos en la carrera de John Lennon, con tres álbumes de estudio producidos en apenas poco más de año y medio. Yoko grabó otro disco junto a David Spinozza titulado “A Story”, aquello más la ayuda de McCartney, hizo que Lennon volviera con Ono, John estaba celoso de Spinozza e impidió que el disco saliera al mercado. Se tuvo que esperar hasta 1997 para que finalmente se editara.
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